Deterioro de una cazadora en la tintorería
El consumidor:
Llevó una cazadora de ante a una tintorería y, al recogerla le fue devuelta visiblemente deteriorada. El consumidor no pagó el lavado y reclama una cazadora igual en buen estado o la cantidad de 150 euros, considerando que en su día le costó 290 euros y que ya estaba muy usada. La tintorería le quiere indemnizar con 50 euros, que el consumidor rechaza.
La empresa:
Alega que el consumidor le entregó la cazadora como si fuera de piel, cuando en realidad era de ante, por lo que no debía haberse lavado en seco.
El colegio arbitral:
Estima parcialmente la reclamación del consumidor, al comprobar los daños en la cazadora. Acepta que no se abone ninguna cantidad por el servicio de limpieza, pero reduce la indemnización al consumidor a la cantidad de 50 euros, al no haberse acreditado su precio ni su antigüedad, al carecer de etiqueta que informe sobre la composición y al apreciarse un desgaste en la prenda propio del uso durante años.