Frigorífico averiado
El consumidor:
Compra un frigorífico que, cinco meses después, comienza a dar problemas, ya que congela los alimentos en el cajón inferior, mientras que el superior no enfría. Se pone en contacto con el servicio técnico, que ha visitado su casa hasta en seis ocasiones, ya que las distintas intervenciones realizadas en el frigorífico no terminan de solucionar el problema. Reclama la devolución del importe que le costó el frigorífico o la sustitución por uno igual que funcione correctamente.
La empresa:
Rechaza la reclamación, ya que alega que el servicio técnico ha acudido en todas las ocasiones que le ha sido demandado y que ha reparado el funcionamiento del frigorífico.
El colegio arbitral:
Da la razón al consumidor, ya que constata por las sucesivas intervenciones el incorrecto funcionamiento del frigorífico, y dado que tras varias reparaciones sigue sin funcionar, considera que es un defecto de fabricación. Obliga a la empresa a sustituir el frigorífico por otro de igual o superior categoría y retirar el anterior sin cargo adicional alguno para el consumidor.