Ordenador nuevo, a reparar
El consumidor:
El reclamante acudió a la vía arbitral para solicitar el importe que había pagado por su ordenador, que consideraba defectuoso. Según él, compró el PC advirtiendo al comercio que lo necesitaba para usar en su estudio de grabación y también como ordenador personal. Unos meses después de la compra se tuvo que reparar por un problema de magnetización debido a la cercanía de los altavoces. Posteriormente fue sometido a más reparaciones que implicaron el cambio de la placa base y la instalación de un nuevo sistema operativo. A pesar de ello, el reclamante aseguró que continuaban los problemas.
La empresa:
La empresa alegó que había reparado los problemas y advertido al cliente de no exponer el equipo a los altavoces para evitar su magnetización.
El colegio arbitral:
El colegio arbitral estimó que el ordenador no cumplía las expectativas del cliente y que la empresa debía instalar una nueva placa base y el sistema operativo, y que, una vez realizadas dichas operaciones, se debía comprobar su funcionamiento en presencia del reclamante.