La puerta que no cerraba bien
El consumidor:
La consumidora llamó a un servicio de cerrajería urgente, que se anunciaba en Páginas Amarillas, para que le repararan la puerta de entrada de su domicilio, ya que costaba cerrarla bien. El profesional de la empresa manifestó la necesidad de cambiar tanto la cerradura como la puerta. La consumidora se negó, y el profesional, entonces, propinó un golpe a la cerradura, estropeando el lacado de la puerta y sin que realizara presupuesto previo. Solicitó a la reclamante el pago de la cantidad de 300€ en concepto de la reparación. Aunque no estaba de acuerdo con la actuación del profesional, y algo asustada por la reacción de este, la consumidora abonó los 300 euros de la factura. Reclamó a la empresa, sin obtener respuesta satisfactoria.
La empresa:
La empresa reclamada no realizó alegaciones en la fase de mediación ni compareció a la audiencia.
El colegio arbitral:
El Colegio Arbitral estimó en su totalidad las pretensiones de la reclamante, considerando que no concurrieron en el caso razones para que la empresa reclamada facturara y cobrara conceptos como "urgencia", "materiales" (no suministrados) y "dos horas de mano de obra", cuya duración no se especifica en la factura emitida y entregada a la reclamante. La empresa tuvo que abonar a la reclamante la cantidad de 300 euros.