Sofá de peor calidad
El consumidor:
Compra un sofá en tienda, donde le informan de que los asientos deslizantes son de viscoelástica Sin embargo, el sofá que le entregan tiene sólo la mitad del asiento de este material y el resto de gomaespuma. Además, los asientos ofrecen resistencia al sacarlos y meterlos, porque chocan con el respaldo. La empresa, le pone en contacto con el fabricante, que defiende que el sofá se ajusta al diseño. Le ofrecen cambiarlo por otro, que tiene toda la plancha del asiento de viscoelástica, pero es de peor calidad. Considera inadmisible la propuesta y reclama una solución.
La empresa:
Ofrece al consumidor volver a contactar con el fabricante y buscar una solución. El consumidor no acepta este ofrecimiento, ya que no recibe ninguna oferta distinta.
El colegio arbitral:
Da la razón al consumidor, ya que considera acreditado que la calidad del sofá es peor que la indicada en tienda. Por ello, obliga al establecimiento a devolverle un 20% del coste del sofá.