Arqueología en el trazado de gaseoducto
Seguimiento arqueológico en la instalación de un gaseoducto en Getafe y Madrid
Descripción de los yacimientos
La intervención consistió en la realización de actuaciones arqueológicas previas (limpieza y desbroce de yacimientos localizados en la fase de prospección inicial), seguimiento y control arqueológico y paleontológico de los movimientos de tierras (en la fase de apertura de pista y zanja necesarios para la instalación del gasoducto) y en la toma de muestras paleontológicas, en un tramo de 9.598 metros lineales, dentro de los términos municipales de Getafe y Madrid.
Eran numerosos los yacimientos arqueológicos inventariados en el entorno inmediato de la zona de actuación y cuantiosas las publicaciones sobre ellos, que han sido fundamentales para el estudio del pasado de la región, cubriendo un amplio espectro crono-cultural que cubre desde el Paleolítico inferior hasta momentos recientes.
El impacto causado en el paisaje a consecuencia de la expansión urbana e industrial desde mediados del siglo XX, la proliferación de vertederos de escombros y la apertura de extensas zonas de acopio de áridos, han provocado la completa transformación de la zona. En este sentido hay que señalar que el alto grado de antropización del espacio hizo casi imposible la localización de restos arqueológicos en superficie que pudiesen adscribirse a un yacimiento concreto.
El gasoducto se ha instalado casi en su totalidad en paralelo a infraestructuras lineales o proyectos urbanísticos, en terrenos que han sido objeto de labores de prospección intensiva en los últimos años, sobre todo desde el cruce de la M-45 hasta el final del trazado, situado en distrito de Usera.
Los posibles yacimientos arqueológicos investigados en el trazado del gaseoducto han sido los siguientes:
. Los Llanos I y II: Las alteraciones detectadas en el terreno parecen corresponder a vestigios de cultivo de vid que se distribuyen de forma regular creando una retícula. Los materiales líticos recuperados durante las fases de desbroce y limpieza proceden del nivel superficial, pudiendo descartase la existencia de un yacimiento primario en niveles más profundos.
. El Quemadero: Tanto el proceso de desbroce, como los sondeos geológicos, no han deparado el hallazgo de materiales, estructuras o niveles de interés arqueológico, observándose únicamente niveles de rellenos antrópicos actuales sin interés patrimonial.
. Villa Romana de Villaverde: En los dos sondeos realizados hasta la cota fijada por obra (-1,40 metros) únicamente se pudo constatar la pervivencia en profundidad de niveles de rellenos recientes. Queda por tanto pendiente la ejecución de un exhaustivo control arqueológico de los movimientos de tierras a realizar en la zona.
. Areneros del Ventorro del Tío Blas: En el proceso de desbroce y durante la realización de los sondeos geológicos solamente se detectaron niveles de rellenos antrópicos actuales sin interés patrimonial. Como único elemento de interés cabe reseñar el hallazgo aislado y dentro de los citados niveles de rellenos contemporáneos (cota – 0,30 metros) de un bifaz tallado en sílex gris de clara adscripción cronológica al Paleolítico Antiguo (Paleolítico Inferior / Medio).
Durante la fase de seguimiento y control arqueológico de los movimientos de tierras (apertura de pista y zanja) se detectaron dos yacimientos arqueológicos:
. Yacimiento M-301 Casa Blanca (II): La excavación arqueológica realizada en la zona de la vega del río Manzanares, en el distrito madrileño de Villaverde y junto la autovía A-4 a la altura del P.k. 8+400, ha permitido documentar una serie de estructuras arqueológicas subterráneas, tipo fosa circular, asociadas al vecino yacimiento de “La Casa Blanca”, con una cronología comprendida entre el final de la Edad del Bronce e inicios de la Primera Edad del Hierro. Se han excavado un total de 8 estructuras en dos grupos. En el primero se han documentado tres estructuras, todas ellas de las mismas características, fosas de planta circular del tipo silo. Sus rellenos han aportado materiales cerámicos que a primera vista se situarían en un momento de finales de la Edad del Bronce o Primera Edad del Hierro. Las características de los materiales y la cercanía de las fosas al mencionado yacimiento de La Casa Blanca, sugiere que podría tratarse de una zona periférica del mismo.
El segundo grupo de estructuras descubiertas no parece guardar relación con el yacimiento anterior. En esta zona la zanja del gasoducto ha afectado a una serie de niveles y estructuras subterráneas cuyos materiales, a falta de un estudio más pormenorizado, parecen datar el momento de amortización y relleno de las fosas entre los siglos V y VI después de Cristo. Las estructuras documentas son dos grandes fosas sin una forma definida y rellenas de vertidos y materiales de construcción, lo cual parece indicarnos que se trata de fosas utilizadas como vertederos. Otras tres fosas documentadas más al norte presentan unas morfologías muy similares e igualmente una vez amortizadas se usaron como vertederos.
. Quemadero M45-4 (II): La intervención arqueológica realizada en las inmediaciones de las antiguas instalaciones de la Depuradora de Aguas residuales de Butarque, situada en el distrito municipal de Villaverde, junto a las carreteras M45 y M-301, ha permitido documentar un total de 75 estructuras arqueológicas excavadas en el terreno. En su mayoría son de tipo silo / fondos de cabaña, de planta circular u ovalada y secciones en forma de saco que pueden asociarse al conocido yacimiento denominado “Quemadero M45-4”, con una cronología comprendida entre el final de la Edad del Bronce y el inicio de la Segunda Edad del Hierro.
En este yacimiento cabe destacar el hallazgo de una pieza de cerámica singular pertenecientes al Bronce Final (Horizonte Cogotas I) y a la excepcionalidad que supone el haber identificado en ella decoración pintada mediante almagre y el uso de arcilla blanca rellenando los campos excisos. Como paralelos se pueden citar una pieza de similares características del arenero madrileño de Valdivia, los soportes procedentes de Cerro del Padrastro en Santamera (Guadalajara) y del Alto de Yecla de Silos, en Burgos, todos ellos con una profusa decoración incisa y excisa en su cara externa.