Restauración de las columnas y cadenas en la plaza de San Diego en Alcalá de Henares
Localizadas en el casco histórico de Alcalá de Henares
Forman parte del conjunto de la fachada monumental del Colegio Mayor de San Ildefonso obra del arquitecto Gil de Hontañón (1537-1553). El Colegio fue declarado Monumento Nacional el 19 de marzo de 1914, y su entorno, la “Manzana Fundacional Cisneriana” fue declada Bien de Interés Cultural por Decreto 12/2019, de 12 de marzo.
Columnas y cadenas en la plaza de San Diego en Alcalá de Henares
Las columnas y cadenas de la plaza San Diego se localizan en el casco histórico de Alcalá de Henares y forman parte del conjunto de la fachada monumental del Colegio Mayor de San Ildefonso.
El Colegio de San Ildefonso fue, desde su construcción, el edificio principal de la Universidad histórica de Alcalá y es actualmente la sede de la misma. Las columnas se encuentran en la lonja, espacio situado frente a su fachada principal cuya función era delimitar el ámbito de jurisdicción de la Universidad. Esta delimitación no se contemplaba en el proyecto inicial de Gil de Hontañón, sino que se levantó una vez terminada la fachada monumental, entre 1553 y 1554, bajo la dirección de Pedro de la Cotera. Con todo, la lonja no se finalizó hasta el año 1561 cuando se forjaron las cadenas por los hermanos Montoya, herreros de Alcalá.
Sin embargo, las columnas intervenidas y que preceden en la actualidad a la fachada monumental de San Ildefonso, no son las columnas originales instaladas en 1554, sino que, de acuerdo a la documentación consultada, estas fueron sustituidas en la restauración dirigida por el arquitecto Jose Manuel González Valcárcel (1958-1960), como consecuencia al mal estado de conservación que presentaban. Las columnas actuales replican en forma a las columnas de Pedro de la Cotera, aunque aparentemente el patrón está modificado, puesto que en la documentación gráfica consultada y fechada en el año 1924, anterior a la intervención, se aprecia que en la calle central, marcando el acceso al edificio, había dos columnas y no los pilares que ahora encontramos.
El espacio de la lonja en el que se ha intervenido tiene una superficie aproximada de 367 m2, delimitada por 14 columnas con capiteles de orden jónico y cuatro pilares de sección cuadrangular (dos en los extremos del espacio y dos en la calle central) marcando el acceso al Colegio de Sal Ildefonso.
Estado de conservación previo
Las columnas presentaban en general un mal estado de conservación como consecuencia de la combinación de factores de alteración intrínseco, relativo a la propia naturaleza de los materiales, y factores de alteración extrínsecos (humedad, presencia de sales solubles, contaminación atmosférica, biodeterioro, etc).
La principal causa de degradación de las columnas y cadenas estaba provocada por factores ambientales, aunque el estado de conservación era muy desigual en función de las características intrínsecas de la piedra caliza y su localización dentro del conjunto. Así se podían encontrar columnas con un estado de conservación aceptable, sin daños físicos o de pequeño tamaño, mientras que otras presentaban lesiones importantes que ponían en riesgo su conservación a corto y medio plazo.
Los principales daños detectados en el material pétreo fueron: depósitos superficiales, fisuras y fragmentación, pérdida volumétrica, biodeterioro y tinciones de oxidación. Además, se localizaron numerosas intervenciones con morteros inadecuados (rellenos y sellados de mortero de cemento portland) que contribuían a la mala imagen y deterioro de las columnas. Por último, cabe destacar la presencia de grafitis que, si bien no suponían un daño para la integridad física del material pétreo, sí afectaban a la unidad estética del conjunto.
Por su parte, las principales alteraciones que se detectaron en las cadenas metálicas fueron fracturas, oxidación superficial y faltas volumétricas que provocaban una falta de sujeción y pérdida de anclaje entre elementos.
Proyecto de restauración
En el año 2020 se realizó por iniciativa de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, la restauración de las columnas y cadenas de la plaza San Diego en Alcalá de Henares. Los trabajos comenzaron con un exhaustivo proceso de documentación gráfica de cada una de las columnas: levantamiento planimétrico, localización de alteraciones y registro fotográfico.
Tras la realización de ensayos y pruebas de tratamiento pertinentes, se iniciaron los trabajos de conservación y restauración. En primer lugar, se llevó a cabo una limpieza superficial y se eliminaron tanto los morteros en mal estado como las antiguas intervenciones inadecuadas. El siguiente paso consistió en la aplicación de un tratamiento contra el biodeterioro que fue aplicado mediante pulverización sobre toda la superficie pétrea.
Una vez concluida dichas tareas se procedió con una limpieza mecánica más profunda cuyo objetivo era la eliminación de todos aquellos depósitos y materiales que afectaban tanto a la legibilidad como a la estabilidad físico-química del material pétreo. A continuación, se realizaron trabajos de consolidación estructural: cosidos, anclajes y adhesiones de todos aquellos elementos fracturados mediante el uso de varillas de fibra de vidrio y resina epoxídica. Se trataron aquellas zonas donde se habían producido pérdidas volumétricas de importancia, que no permitían la correcta evacuación del agua de lluvia o que dificultaban la lectura del conjunto, para lo que se realizaron reintegraciones de volumen con morteros de restauración a base de cal y formulados expresamente para la obra en cuestión.
Tras evaluar el estado de conservación de material metálico de las columnas se ejecutaron una serie de tratamientos de restauración encaminados a la conservación del metal: desmontaje, limpieza mecánica, restitución de elementos faltantes, inhibición, protección final y montaje.
Finalmente podemos concluir que con esta intervención se ha conseguido recuperar los valores estéticos originales de las columnas y frenar el avance de su deterioro. De esta manera se devuelve la dignidad, no solo a las columnas sino al conjunto de la plaza San Diego, que ofrece una nueva y mejorada imagen a sus visitantes.
Datos técnicos
Colegio de San Ildefonso: origen de la Universidad de Alcalá
En 1495 tiene lugar un hecho histórico que marcará el desarrollo de Alcalá de Henares, no sólo en los siglos inmediatos, sino que le otorgará la impronta y el carácter que conservará la ciudad hasta nuestros días: la fundación de la Universidad por el Cardenal Francisco Jiménez de Cisneros. En 1499 el papa Alejandro VI expidió Bula por la cual autorizaba la fundación del Colegio y Cátedras, iniciando su primer curso académico en 1508 y concediéndose en 1512 la jurisdicción de los Estudios universitarios.
Cisneros quería hacer de Alcalá un referente de la regeneración de la sociedad y transformarla en la capital académica y cultural de la España Moderna, convirtiendo la Universidad en una de las más destacadas de Europa en cuyas aulas se formarían importantes figuras del Siglo de Oro español, como Antonio de Nebrija, Mateo Alemán, Francisco de Quevedo, Lope de Vega, Ignacio de Loyola o santo Tomás de Villanueva, entre otros muchos.
Se emprendió en Alcalá la tarea de renovación y mejora de los equipamientos e infraestructuras públicas heredadas del período medieval, insuficientes y deficientes para el nuevo diseño de ciudad universitaria ideada por Cisneros. Se planteó la creación de un barrio académico con colegios menores, un hospital universitario y un gran número de viviendas para albergar a estudiantes y profesores. Como matriz de la institución complutense: el Colegio Mayor de San Ildefonso.
El Colegio de San Ildefonso fue fundado en 1499 diseñado por el arquitecto Pedro de Gumiel y construido en dos pisos con ladrillo y tapial. Se organizada en torno al Patio Mayor de Escuelas, donde se encontraban las aulas, la biblioteca, la cámara rectoral y los aposentos de estudiantes. Constituía el núcleo y centro rector de la Institución.
El rector decidió levantar una gran fachada en sustitución de la primitiva, para dignificar el edificio y su biblioteca, elemento fundamental en la Universidad. Las obras se encargarían al arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón en 1537, asistido por los aparejadores Juan de la Riba y Pedro de la Cotera. De estilo plateresco, en su decoración intervinieron algunos de los canteros y los escultores más destacados del período. El programa iconográfico de la fachada alude a la sabiduría y al poder eclesiástico, junto al monárquico, todos sometidos por igual al poder celestial. La puerta de acceso está coronada por el escudo de Cisneros y un medallón con la figura de San Ildefonso.
De las estancias interiores destacan el Paraninfo, con su techumbre de madera policromada, donde se celebran los Premios Cervantes, el Patio Trilingüe, construido por Pedro de la Cotera en 1564; llamado así porque acogía a estudiantes de latín, griego y hebreo, o el patio Santo Tomás de Villanueva, proyectado a principios de siglo XVII por Juan Gómez de Mora y rematado años después por José Sopeña que constituye una de las señas de identidad de la Universidad de Alcalá.