No funciona el servicio de telefonía y wifi
El consumidor:
Por una avería, le deja de funcionar la línea de telefonía fija y el servicio de internet. Tras presentar una reclamación, acudió un técnico a su domicilio y le solucionó la incidencia. Sin embargo, transcurridos unos días, la avería persiste. Realiza varias llamadas reclamando a su compañía, pero ya no acude ningún técnico y le siguen cobrando por todos los servicios. Reclama la devolución de los importes cobrados durante el tiempo en que el servicio ha sido deficitario y pide que le solucionen por completo la incidencia.
La empresa:
Alega que, tras notificarse la incidencia en el servicio, esta fue ya solucionada por un técnico. Que durante el tiempo en que se produjo la incidencia resuelta por el técnico, la facturación fue suspendida, por lo que el periodo de facturación es correcto.
El colegio arbitral:
Considera probada la incidencia puesto que la compañía suspendió la facturación. Ante la persistencia de estas incidencias, señala la imposibilidad de evaluar su magnitud, ya que no se ha aportado documentación que acredite dichos fallos. Concluye que el consumidor podrá solicitar la baja o la portabilidad de la compañía, sin que puedan cobrarle ninguna penalización ni costes de permanencia. El consumidor, por su parte, deberá devolver a la compañía los dispositivos físicos del servicio, sin que tampoco puedan cobrarle por ellos.