El Hospital Universitario Cruz Roja de la Comunidad Madrid celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos
El Hospital Universitario de la Cruz Roja, centro público de la Comunidad de Madrid, ha celebrado, a través de su Unidad de Cuidados Paliativos de Media Estancia, el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, el pasado 17 de octubre. “No dejar a nadie atrás” es un objetivo común de esta Unidad y de todo el Hospital, intentando que el final de vida sea el adecuado allí en donde se encuentre la persona.
Una “buena muerte” es aquella que tenga un adecuado cuidado y control de los síntomas, con un proceso del morir de acuerdo a las creencias y valores de la persona y, con un adiós acompañado de los seres queridos. En estas últimas dos condiciones las redes de apoyo no gubernamentales tienen mucho que aportar al equipo sanitario y a las familias de los pacientes en situación de final de vida. En la sesión en la que se ha celebrado en el Hospital este día mundial, han participado la Asociación “Karibu” y la Fundación “38 grados”.
Dña. Nicole Ndongala Nzoiwidi, directora general y Dña. Soledad Oliart, vocal de la junta directiva, Karibu, (“Bienvenido” en Swahili), han expuesto la filosofía de la Asociación Karibu que lleva más de 30 años acogiendo a la población subsahariana más desprotegida de Madrid. La Asociación trabaja para lograr el reconocimiento y derechos fundamentales de migrantes y refugiados africanos. A destacar el proyecto de acompañamiento en hospitales especialmente con pacientes al final de la vida respetando en todo momento su cultura, sus costumbres, creencias y deseos.
En una segunda parte de la sesión, Dña. Araceli Herrero Segovia, presidenta, y Dña. María Martínez Mena Molina, vicepresidenta, han descrito los objetivos de la Fundación “38 grados” que toma el nombre de la temperatura que necesita la mariposa para empezar a volar y que lo logra batiendo sus propias alas. La Fundación, pionera en atender los temas pendientes de enfermos pediátricos o adultos, se propone cumplir los deseos propios del paciente en final de vida que dan sentido e ilusión no solo a él mismo si no a su familia y seres queridos (reunir a familiares lejanos para despedirse, realizar una actividad largamente deseada, cumplir un sueño anhelado….etc.). Su premisa es que toda historia merece un buen final. Para ello, trabajan conjuntamente con el paciente, familia y equipo asistencial en conseguir dichos objetivos. En su haber llevan ya más de 200 deseos cumplidos, deseos que han ayudado a dar un último sentido a la vida e ilusión antes de la despedida.