Averías sin solucionar
El consumidor:
Contrata los servicios de una empresa para arreglar tres llaves de radiador que se fueron rompiendo una tras otra. Llama en varias ocasiones a la empresa, pero sólo consigue que le arreglen una de las llaves rotas. Solicita que le solucionen la totalidad de la avería, o que le devuelvan su dinero para contratar a otra empresa.
La empresa:
Asegura que los conceptos facturados por el servicio son correctos, según las tarifas de la empresa, y que se atendieron las incidencias.
El colegio arbitral:
Al comprobar que una de las llaves ha sido cambiada y que el resto de las incidencias no se resolvieron, decide que la empresa devuelva al consumidor el 66% de la cantidad que abonó por la avería.