La jornada escolar a debate
JORNADA ESCOLAR Y CEIPSO: SITUACION EL INTERES DEL MENOR EN EL CENTRO DEL DEBATE
El 19 de noviembre el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid (CECM) organizó una sesión de trabajo sobre “Jornada Escolar y CEIPSO: un debate en torno al interés superior del menor”. La sesión tuvo lugar en Instituto Superior Madrileño de Innovación Educativa (ISMIE) y estuvo motivada por los anuncios realizados por la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Doña Isabel Díaz Ayuso (que realizó durante el último Debate sobre el Estado de la Región y que están dando lugar a distintas modificaciones normativas) y por la petición elevada al Consejo por la FAPA Giner de los Ríos.
El objetivo de esta sesión fue dedicar un tiempo a la reflexión y el diálogo, centrándonos en el interés superior del menor y el impacto que en éste tienen factores como el tipo de la jornada escolar o la transición de Primaria a Secundaria y el momento en el que este cambio se realiza. La sesión de trabajo se desarrolló con tres paneles de expertos y miembros de la comunidad educativa y con un momento de discusión y trabajo en grupos.
Eva María Fernández Cabanillas, directora del ISMIE, dio la bienvenida a la jornada junto con Pilar Ponce Velasco, presidenta del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, dando paso al consejero de Educación, Ciencia y Universidades, Emilio Viciana Duro, que mostró su preocupación por estas cuestiones y el compromiso de la Consejería, que busca tomar medidas considerando la realidad de cada centro y sus necesidades específicas, así como la voluntad de la comunidad escolar.
El primer panel de expertos estuvo dedicado a “La perspectiva de la salud y el desarrollo de los menores”. En este panel se plantearon cuestiones tan relevantes el impacto que los horarios y la organización escolar pueden tener en los resultados académicos. A modo de ejemplo, se señaló la diferencia entre realizar un examen un lunes a primera hora o un miércoles a media mañana, más favorable a los ciclos de atención de los alumnos. Los factores del desarrollo corporal de los alumnos, los hábitos saludables, la actividad física, el sueño, la alimentación, los ciclos biológicos y cómo se actúa para favorecerlos desde los centros educativos, las administraciones y, sobre todo, las familias, fueron los protagonistas de este momento.
Intervino, en primer lugar, Ana Roa García, profesora especialista en Educación Infantil, terapeuta familiar y experta en análisis transaccional y postgrado de especialización en TDAH. La profesora Roa presentó los cambios cerebrales que tienen lugar en la pre-adolescencia y en la adolescencia, habló de la “poda neuronal” que se produce en esas etapas y de sus manifestaciones socio-emocionales, que pueden manifestarse ante los cambios de centro educativo, de amistades, o del entorno e incidir en el rendimiento escolar del alumnado y en la relación con sus padres y hermanos. Señaló, además, que estos cambios hacen a los alumnos más vulnerables y que comiencen a buscar otros referentes que pueden no ser los más indicados. La ponente señaló el papel que puede jugar la jornada escolar para minimizar estos posibles efectos no deseados facilitando unos horarios que permitieran socializar en espacios seguros.
Continuó este panel Tomás Ortiz Alonso, Doctor en Medicina y en Psicología, ha sido Catedrático de Psicología Médica y director del Departamento de Psiquiatría y Psicología Médica y Director del Centro de Magnetoencefalografía de la Universidad Complutense de Madrid. El Dr. Ortiz presentó la importancia de cuidar el cuerpo mediante hábitos saludables para mejorar el rendimiento escolar, como desayunar (a poder ser en familia), comer con frecuencia y adelantar las horas de comida y cena, además de la hidratarse a lo largo del día, no solo cuando tengamos sed. Añadió que hay que practicar ejercicio físico y hacer descansos tras la comida, además de ser conscientes de nuestra respiración y su relación con el aprendizaje escolar. El Dr. Ortiz, gran conocedor del sistema educativo madrileño, insistió en la importancia de activar el cuerpo mediante determinados ejercicios que favorecen la capacidad de aprendizaje.
Esta mesa de expertos la cerró el Dr. Gonzalo Pin Arboledas, jefe de servicio de Pediatría y Unidad de Sueño en el Hospital Quirónsalud de Valencia y coordinador del Grupo de Sueño y Cronobiología de la Asociación Española de Pediatría (AEP). El Dr. Pin Arboledas ilustró sobre cómo el respeto a los ritmos biológicos favorece la eficiencia y el desarrollo del ser humano y comentó cómo los horarios escolares inciden en el rendimiento escolar en la infancia y la adolescencia. Habló del jet-lag escolar y la necesidad de adaptar los horarios escolares a los tiempos de niños y adolescentes. También destacó que los niños son “alondras” y los preadolescentes, adolescentes y jóvenes “búhos” debido a la fisiología y la bioquímica propia de esas edades, lo que cambia sus momentos de mejor rendimiento y aprendizaje.
El segundo panel de expertos tuvo como título “una aproximación desde la evidencia”. Con este panel se quiso presentar una reflexión sobre la jornada escolar y la transición entre centros desde el conocimiento y los resultados de investigaciones que se están realizando en la actualidad, tanto en ámbitos más cercanos como a nivel internacional.
Contamos con Ismael Sanz Labrador, profesor titular del Departamento de Economía Aplicada I de la URJC y colaborador habitual de FUNCAS, que centró su intervención en tres ejes: la transición entre centros, la hora de comienzo de las clases y la última tendencia en países que invierten muchos esfuerzos en educación y que han obtenido mejoras en los resultados de los alumnos manteniendo a los niños en el mismo centro hasta 9º grado (equivalente a 3º de la ESO), lo que está impactando de manera positiva en las familias y en el alumnado. El cambio de centro y la pérdida de amigos puede afectar negativamente al rendimiento académico de preadolescentes y adolescentes.
El profesor Ismael Sanz insistió en la importancia de cuidar en esos cursos el mantenimiento de los jóvenes en el sistema educativo, para que los cambios en ese momento no provocaran el incremento del abandono educativo.
El segundo ponente del panel fue Ángel Martínez Jorge, graduado en economía por la UAM, analista en el Centro de Políticas Económicas de ESADE y coautor de “Jornada escolar continua: cómo la pandemia está acelerando un modelo social y educativo regresivo”. Ángel expuso que, tras la pandemia, el aumento de centros educativos españoles que pasaron a tener jornada continua ha tenido efectos negativos en los menores, tanto en su rendimiento académico (que está disminuyendo), como en aspectos emocionales y afectivos, ya que el tiempo no lectivo que se pasa en la escuela es menor. Añadió, además, que la jornada continua también está afectando a los ingresos de las familias, especialmente de las madres porque normalmente es la madre la que reduce su jornada laboral para el cuidado de los hijos, mostrándose como un modelo regresivo a nivel social.
El último experto de este panel fue Rafael Feito Alonso, catedrático de Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid y autor de “El Debate sobre la Jornada Escolar en España. Reflexiones y Datos tras más de tres décadas de un debate inconcluso”. El profesor Feito mostró su sorpresa porque, después de años de discusiones y de ejemplos y muestras de muchos tipos, todavía estuviera vivo el debate sobre la jornada escolar. En su opinión, y desde los diversos estudios que ha realizado, las evidencias apuntan a que la jornada continua afecta de forma negativa a los alumnos.
El último panel estuvo protagonizado por miembros de la comunidad educativa madrileña y respondió al título “una visión desde la comunidad educativa”. En esta parte de la jornada pudimos ver las distintas posiciones que existen en nuestra comunidad educativa y las diferentes perspectivas que, necesariamente, debemos integrar pensando en el interés de los alumnos.
En primer lugar, intervino Emilio Díaz Muñoz, Secretario Regional de Escuelas Católicas de Madrid, que defiende la libertad de cada centro y que cada uno, según sus circunstancias, pueda elegir su modelo y el tipo de jornada. También insistió en la importancia de que los colegios sean centros de referencia para los alumnos, para su socialización y desarrollo, que la escuela debe acoger y acompañar, ser un espacio de convivencia que va mucho más allá de ser un agente adiestrador. Esta capacidad de acogida y acompañamiento se limita con la jornada continua o “jornada comprimida”. Emilio Díaz subrayó que aspectos como la jornada partida o que los centros puedan tener clases desde el primer ciclo de educación infantil hasta el bachillerato consiguen generar ese espacio de confianza y ese sentido de pertenencia que, además, tiene una repercusión positiva en los resultados académicos de los alumnos y en la convivencia del centro.
Óscar Martín Centeno, presidente del Consejo de Directores de Educación Infantil, Primaria, CEIPSO y Especial y director del CEIPSO Santo Domingo, de Algete, defendió el gran trabajo de coordinación que, desde hace mucho, realizan los institutos y los colegios para acompañar el cambio de centro en momentos complejos, como es la pre-adolescencia y la adolescencia. El consejero del CECM y director del IES Diego Velázquez, de Torrelodones, José Miguel Campo Rizo, agradeció estas palabras en una intervención posterior, ya que desde hace años existe en muchos centros esa colaboración a través de las jornadas de puertas abiertas, incluso planes y actividades vinculadas a la convivencia para facilitar el tránsito entre centros.
Desde su propia experiencia, Óscar Martín Centeno compartió las dificultades que se dan en un CEIPSO, como las vinculadas a compartir docentes con otros centros, la especialización de los docentes de secundaria y la necesidad de que impartan otras materias distintas de su especialidad, o la inclusión de estos docentes en centros que puedan tener la jornada partida. Insistió en las dificultades organizativas para los centros y para garantizar el número de docentes que esta medida conlleva.
Con respecto a la jornada continua, expuso como, de cara a las familias, la inclusión del comedor permitía mantener el mismo horario, con la incorporación de actividades extraescolares.
José Luis Pazos Jiménez, colaborador del movimiento asociativo de Padres y Madres desde hace años y expresidente de CEAPA y de la FAPA Giner de los Ríos, se refirió a la discusión sobre el tipo de jornada escolar como “el debate de los egoísmos”. Insistió en diferenciar las discusiones entre lo que es mejor para los alumnos y la realidad y los derechos de los docentes. También pidió a la Administración que si esta medida se consideraba positiva para los alumnos, se llevara a cabo para todos y no sólo para aquellos que pudieran obtenerla en un momento dado.
Cerró esta mesa Eva Expósito Casas, madre de una alumna del CEIP Pío Baroja, de Madrid, que expuso su experiencia y su propio ejemplo, conociendo el centro en la jornada de puertas abiertas y ejerciendo la libertad de elección para escoger un centro con jornada partida que tiene una gran estabilidad del profesorado y que, a ella, como madre, le generaba seguridad para el desarrollo de su hija.
Si algo protagonizó este panel, fue la preocupación de todos por el bienestar del menor y la necesidad de priorizar su interés. Entre otras cuestiones, tanto en este momento como a lo largo de toda la jornada, se habló de los “niños llave”, que desde pequeños van a su casa a comer y siguen la tarde solos. La soledad no deseada de los más pequeños es un asunto de gran preocupación y que afecta a un importante número de nuestros alumnos, con consecuencias muy complejas. También ocuparon un lugar significativo las cuestiones organizativas y de desarrollo de la medida y los necesarios equilibrios para que tanto los cambios en la jornada escolar como los de los CEIPSO se centren en el interés del menor y cuenten con el necesario apoyo de la comunidad educativa.
Por último, la jornada se cerró con un trabajo por grupos cuyas conclusiones se expusieron al final de la mañana. Los distintos grupos se hicieron eco de las intervenciones de los paneles, destacando la contribución de la jornada partida al mejor rendimiento académico, adaptando los ritmos escolares a los biorritmos de los niños, sobre todo de los más pequeños, y evitando el aislamiento social de la tarde. Con respecto a los CEIPSO y CEIP-IES, se planteó la parte positiva de continuidad y estabilidad emocional que para los alumnos puede aportar un CEIPSO, así como la parte de especialización y desarrollo de la autonomía que aporta el paso a los IES. De igual modo, los grupos también trasladaron su preocupación por el desarrollo de estas medidas, como los ajustes organizativos en los centros educativos, en relación con las características de cada centro o con la realidad de los docentes.
Como síntesis final de los grupos, se señala que cualquier cambio debe priorizar el bienestar del menor, teniendo en cuenta la situación del profesorado y la cohesión de toda la comunidad educativa en equilibrio con las necesidades del aprendizaje y las demandas sociales y familiares.