Reparaciones defectuosas
El consumidor:
Lleva un ordenador portátil a reparar a un establecimiento porque tiene problemas con la visión de la pantalla y con el audio. Lo reparan, pero el ordenador sigue sin funcionar. Vuelve a llevarlo a reparar hasta dos veces más, pero vuelve a reproducirse el problema. El establecimiento termina entregándole el ordenador sin funcionar. Reclama la devolución de la totalidad del dinero que ha abonado por las distintas reparaciones defectuosas.
La empresa:
Alega que realizó las distintas reparaciones y deniega la solicitud de devolución.
El colegio arbitral:
Estima que ambas partes deben asumir al 50% el coste de la reparación, ya que ninguno obró con diligencia. En el caso de la empresa, por entregar justificantes de pago sin detallar las actuaciones de reparación realizadas; y en el caso del consumidor, porque en todos los casos retiró el ordenador del establecimiento sin que se realizara prueba alguna de funcionamiento ni presentara ninguna queja por disconformidad.