Unas mechas tiesas y estropajosas
El consumidor:
Acudió a una peluquería a ponerse mechas color claro, y como resultado el pelo se le quedó quemado y tieso, con aspecto estropajoso y quebradizo. Ante la negativa de la peluquería para arreglarle el pelo de nuevo, la consumidora tuvo que acudir a otra para subsanarlo, con lo que perdió un día de vacaciones. Por ello, solicita que le devuelvan el importe completo que abonó, 85,50 €, que le sufraguen el gasto de las facturas ocasionadas a consecuencia del servicio defectuoso, que suman 86,70 € y que recapaciten sobre la responsabilidad que tienen al usar productos químicos.
La empresa:
La peluquería alega que, una vez acabados los servicios de tinte y mechas rubias que la reclamante solicitó, ésta se despidió amable y satisfecha por el resultado de los mismos, sin hacer comentario negativo alguno tanto por la realización como por el trato recibido. El día siguiente se presentó en el establecimiento indicando de malos modos y amenazante le reclamación por daños y perjuicios por la mala realización de los trabajos. Debido a la violencia de los hechos la empresa se vio obligada a llamar a la Guardia Civil, personándose para calmar los ánimos.
El colegio arbitral:
El Colegio Arbitral acordó estimar parcialmente las pretensiones de la reclamante, ya que entre las pruebas aportadas, consta el informe emitido por una farmacéutica en el que se pone de manifiesto que “la fibra capilar se encuentra seca y bastante dañada” recomendando el uso de un producto para solucionarlo. Por lo tanto, la empresa reclamada debe devolverle el importe correspondiente al coste de dicho servicio, que se cuantifica en 85,50 €, así como el de los productos que necesitó para su reparación, que ascienden a 30,00 €, lo que totaliza la cantidad de 115,50 €, sin que se estimen el resto de pretensiones.