
Yacimiento de Preresa
Área de actividad de neandertales en el valle del Manzanares
Yacimiento de Preresa
El desarrollo urbanístico de los primeros años del siglo XXI generó una gran actividad extractiva de áridos, como grava, arenas y gravilla, en los valles del Manzanares y Jarama, que removían a diario centenares de m3 de depósitos susceptibles de contener vestigios pleistocenos. En uno de los pocos areneros que quedaban en activo en el valle del Manzanares, llamado PRERESA, a 9 km de la desembocadura del río en el Jarama, dos arqueólogos del proyecto, Iván González García y Nuria Gallego Lletjós, identificaron en septiembre de 2003 unos huesos que por su tamaño sólo podían corresponder a un elefante o mamut durante una inspección que realizaban en septiembre de 2003 en unos niveles de limos y arcillas depositados durante el Pleistoceno
Con objeto de comprobar si hubo acción humana sobre los restos óseos se excavó una cuadrícula de dos metros de lado, apareciendo parte del esqueleto de un gran bóvido de 2.5 m de alto, y una pieza de sílex tallada. En la segunda campaña se amplió la excavación hasta 80 m2 y continuaron apareciendo restos del gran bóvido, sobre todo vértebras y costillas, además de huesos de las extremidades y del cráneo.
El descubrimiento de tan sólo tres lascas de sílex hacía necesario excavar una superficie mayor para comprender el papel que jugaron los neandertales en este escenario, por lo que fue ampliada la superficie excavada en otros 175 m2. Se documentaron 82 huesos de un elefante repartidos por el yacimiento, entre ellos huesos de las patas, vértebras, costillas, una escápula, una tibia casi completa y varios fragmentos de huesos largos. Varios de ellos presentan evidencias de intervención humana, en concreto, fracturas, marcas de corte y marcas de percusión producidas por útiles líticos.
En el yacimiento de PRERESA hay evidencias indiscutibles de que un grupo de neandertales consumieron la carne de un elefante. Además, y por primera vez en Europa, se ha podido demostrar que también consumieron la médula de sus huesos, que constituye una importante fuente de nutrientes y contiene ácidos grasos de fácil digestión y buen sabor.
El estudio de la fauna de PRERESA incluye otra novedad, la presencia del ciervo mediterráneo (Haploidoceros mediterraneus), una especie prácticamente desconocida, representado por parte del esqueleto de un individuo y restos de al menos otro. Lo más llamativo de estos ciervos son sus astas. En la actualidad se ha registrado la presencia de ciervo mediterráneo en tres yacimientos: Cova de Rinoceront y PRERESA en España y Lunel des Rameaux en Francia. Esta especie pudo haber evolucionado en Asia y haber migrado a Europa occidental coincidiendo con un cambio climático o ambiental, teniendo una cronología entre 300.000 y 85.000 años.
Además de estos mamíferos de gran talla, en PRERESA se han encontrado también gran cantidad de restos de 21 especies de vertebrados de pequeño tamaño, como micromamíferos (el topillo de Cabrera y el conejo), anfibios (como el sapo de espuelas, el sapo corredor y la rana común) y reptiles como la lagartija colilarga. La acumulación de los restos de estas especies de pequeño tamaño se atribuye a la actividad de predadores, como lo demuestran algunas concentraciones de huesos recuperadas en el yacimiento, que podrían corresponder con restos de egagrópilas de rapaces, es decir de bolas formadas por restos de alimentos no digeridos que regurgitan algunas aves.
Se ha encontrado un total de 754 piezas líticas talladas que pueden adscribirse al Paleolítico medio. Salvo seis piezas de cuarzo, material que abunda en el valle del Manzanares, el resto son todas de sílex. Se han registrado todas las fases del proceso de elaboración de útiles líticos, desde las primeras lascas que se obtienen cuando se empieza a trabajar un núcleo, hasta las que fueron configuradas como utensilio, junto a centenares de esquirlas que saltan durante el proceso de talla. Destaca la ausencia de bifaces y la baja proporción de útiles retocados. La presencia de restos de talla pone de manifiesto que buena parte de los útiles fueron elaborados in situ a partir de los cantos de sílex trasladados hasta el lugar.
La distribución de los útiles líticos junto con la dispersión y composición de los restos paleontológicos, las marcas de corte y percusión en algunos restos óseos, señalan que algunos de los grandes mamíferos encontrados en el yacimiento fueron aprovechados sin duda por los neandertales.
Actuación arqueológica
El hallazgo del yacimiento del yacimiento de PRERESA se produjo dentro de un proyecto de investigación propiciado por la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid sobre el estudio de restos del Pleistoceno (época que ocupa la primera parte de la era cuaternaria, que se extiende desde 1,8 millones de años hasta los 10.000 años y es conocida como la "Época del Hielo", cuando grandes mamíferos como el Mastodonte, el Tigre dientes de sable y el Perezoso terrestre, se extinguieron en todo el mundo) de los valles de los ríos Manzanares y Jarama, llevado a cabo entre finales de 2002 y 2006, por un equipo pluridisciplinar formado por arqueólogos, geólogos, paleontólogos, y paleobotánicos.