La Comunidad de Madrid destina 1,5 millones de euros en dos centros dedicados a la atención y recuperación de mujeres víctimas de violencia y sus hijos

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El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado hoy una inversión de 1,5 millones de euros destinada a reforzar dos recursos de la red pública de protección para mujeres víctimas de violencia y los hijos menores a su cargo. El primero de los acuerdos aprobados fija una cuantía de 1,2 millones para la gestión del Centro de Atención Psicosocial para mujeres víctimas de violencia del programa MIRA, lo que supone un 15,6% más que en la anterior licitación. El contrato abarcará del 1 de abril de 2026 al 31 de diciembre de 2027.

https://dnfqencmde1ig.cloudfront.net/sites/default/files/img/anatomia/shutterstock_255052897.jpg51843456Una mujer con la mano abierta y extendida
19 noviembre 2025

Este dispositivo de atención diurna, dependiente de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, se dedica a tratar el estrés post traumático de sus usuarias. Ofrece recuperación emocional y social a las víctimas, a sus hijos y a personas dependientes a su cargo. Un equipo multidisciplinar presta un apoyo integral y de acompañamiento en su proceso rehabilitador, para que puedan recuperar su bienestar y lograr su incorporación al mercado laboral.

El Ejecutivo autonómico dispone de este recurso desde 2006 y, solo en lo que va de año, ha atendido a 161 mujeres y 80 menores. Cuenta con una plantilla de 14 profesionales de ámbitos como la psicología, el trabajo social, la educación infantil o la mediación intercultural, entre otros.

El segundo de los acuerdos aprobados hoy es un convenio de colaboración entre la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Móstoles para la gestión de un centro de emergencia. El contrato tendrá vigencia desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2026. El Gobierno regional destinará a este dispositivo público más de 358.000 euros, lo que supone el 80% de la inversión total.

Cuenta con 16 plazas y un equipo compuesto por 10 profesionales, entre ellos, técnicos de intervención socio educativa y de integración, un psicólogo y un trabajador social, que atienden los 365 días, las 24 horas. El año pasado prestó ayuda a casi un centenar de personas, entre mujeres y sus hijos.