
Ermita de Santa Lucía en Alcalá de Henares
Bien de Interés Patrimonial en la categoría de Monumento
La ermita de Santa Lucía, de reducidas dimensiones, constituye un ejemplo de templo barroco de especial significación por su vinculación con la historia de Alcalá de Henares, ciudad incluida como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1998.
Se encuentra situada en el casco histórico de Alcalá de Henares declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1968 y se accede a la misma desde la plaza de Santa Lucía, frente a la lonja de la Catedral Magistral.
Construcción de una sola nave cubierta con bóveda de cañón, portada, cúpula semiesférica en el presbiterio rematada con linterna al exterior, espadaña en el lateral derecho de la nave y puertas de acceso de madera, decoradas con los escudos de la ciudad.
Situadas sobre ménsulas en los machones de la cúpula aparecen representados los cuatro evangelistas en unas pinturas del siglo XIX. En las pechinas de la misma se aprecian las pinturas de Santa Apolonia, Santa Inés, Santa Bárbara y Santa Águeda, muy retocadas en las últimas intervenciones del siglo XX y XXI. La talla de Santa Lucía que en encuentra en su interior es del siglo XX.
Historia del edificio
La ermita de Santa Lucía es una pequeña construcción barroca del siglo XVII que parece seguir en su fachada un tipo carmelitano frecuente en esta época.
Tradicionalmente se plantea que sustituyó a una primitiva ermita medieval de los siglos XII-XIII con la misma advocación, si bien no constan evidencias arqueológicas o archivísticas de ello. Sería así una de las más antiguas de Alcalá, junto con la de San Juan de los Caballeros, que se encontraba situada en la actual plaza de Cervantes, donde más tarde se edificó la iglesia de Santa María.
En el siglo XV sí se encuentran evidencias documentales de la presencia de ambas. Son mencionadas en las “Ordenanças, y Constituciones del Abad y Cabildo de Santa María la Mayor”, de 25 de octubre de 1400, indicándose que se encuentran: “dos ermitas dentro de la villa, la dicha de San Juan y la de Santa Lucia, y en las afueras Nuestra Señora del Val, San Lázaro, la Moraleja y el Hospital de San Julián.”
La ermita de Santa Lucía fue lugar de reunión del Concejo abierto, antecedente de lo que luego sería el Ayuntamiento. El primer Concejo abierto del que se tiene constancia, a través de un documento custodiado en el archivo municipal, es el celebrado el 29 de noviembre de 1419 en el que se relataba que tuvo lugar dentro de la misma y el último el celebrado el 9 de febrero de 1515, en el que tuvo lugar la conocida como "Concordia de Santa Lucía" que toma su nombre de la emblemática ermita. Se puso así fin, gracias a la intervención del Cardenal Cisneros, al enfrentamiento existente entre los miembros del Concejo.
El regimiento de la villa era patrono de la capilla de la ermita de Santa Lucía, en la que en ocasiones tenía sus asambleas, como queda recogido en la "Historia de Alcalá de Henares" de Esteban Azaña (1882).
La ermita, como espacio devocional, ha sido lugar de reunión y celebración de fiestas tradicionales, como la conmemoración del día de Santa Lucía, el 13 de diciembre. Ese día se congregaba en la ermita la clerecía de la villa para celebrar las vísperas y una misa solemne. La víspera, en la puerta de la ermita, se encendía una hoguera en la que se quemaban aquellos enseres que, a lo largo del año, habían quedado inservibles simbolizando la quema de todo lo negativo. Esta tradición se realizó hasta principios de los sesenta del siglo XX y fue recuperada por la Asociación de Hijos y Amigos de Alcalá en 1992.
Al cuidado de la ermita de Santa Lucía se encontraba una cofradía integrada por modistas que, según la tradición, contaba con una reliquia de la santa. En la actualidad mantiene un número muy reducido de costureras.
En los años 60 del siglo XX se realizaron obras de restauración tras los daños sufridos en la Guerra Civil y la falta de uso y mantenimiento posterior.
En la actualidad el edificio presenta un adecuado estado de conservación, tras las últimas restauraciones realizadas en las cubiertas y fachadas en 2018 y 2019 y el acondicionamiento interior realizado en 2022 que permitió mantener el uso religioso. En 2024 se realizaron intervenciones puntuales.
Bien de Interés Patrimonial. Monumento
Descripción del edificio
Contrucción sobria, levantada en el siglo XVII, con muros de fábrica de ladrillo y cajones de mampostería. Ejemplo del Barroco en Alcalá de Henares, consta de una única nave de planta rectangular, cubierta con bóveda de cañón.
La ermita tiene exteriormente dos volúmenes, de similar tamaño, claramente diferenciados. El menor en planta y altura está cubierto a dos aguas con teja curva cerámica y destaca el volumen del presbiterio en la cabecera de mayor altura que la nave y ligeramente resaltado en planta, con cubierta a cuatro aguas de teja curva cerámica sobre una cornisa de ladrillos. El presbiterio está cubierto con una cúpula semiesférica sobre tambor apoyado en pechinas y remate con linterna.
El exterior es de gran sobriedad. Todas sus fachadas presentan el tradicional estilo alcalaíno mediante muros de ladrillo, con cajones de mampostería revestidos por un enfoscado de mortero, guarnecido y enlucido de yeso, pintado en color crema. La fachada principal presenta una portada de sillería, con jambas y arco de medio punto formado por grandes dovelas de piedra caliza. Se rematan las fachadas laterales como el resto, con doble cornisa, saliente de línea de fachada. En los alzados laterales aparecen tres vanos rectangulares.
En el lateral derecho de la nave, descentrado en la fachada pero alineado con el primer hueco de esta fachada aparece una espadaña con hueco rematado en arco de medio punto donde se aloja una campana, flanqueada por dos pilastras toscanas. Esta espadaña es una réplica de la que originalmente se situaba en la fachada lateral izquierda, retirada en una reforma realizada en los años del sesenta del siglo XX, debido al grave desplome que presentaba.
La puerta está compuesta por dos hojas de madera pintadas en color granate y decoradas con dos escudos de la ciudad, uno en cada hoja, dispuestos de manera simétrica. El escudo derecho ha perdido la corona en relieve. Sobre la misma, en mitad del lienzo, resalta un conjunto que protege una hornacina con arco de medio punto, con la imagen de Santa Lucía, del siglo XX, sobre pedestal, formado por una ménsula corrida. Flanqueando la hornacina, una pareja de pilastras toscanas sostienen el entablamiento y el frontón triangular de coronación. El tímpano aparece perforado en el centro por un óculo circular.
La sacristía, de escaso valor arquitectónico, es un pequeño espacio anexo, de menor altura que el resto de la construcción.
Entorno de protección
La Plaza de Santa Lucía y tramos de las calles Tercia, Victoria y Seises de Alcalá de Henares.

