Residuos domésticos: reduce, recicla y recupera

En nuestros hogares podemos generar los siguientes tipos de residuos:

• Restos orgánicos (Biorresiduos): restos de comida, aceite vegetal, restos de poda, etc.
• papel y cartón: revistas, periódicos, cuadernos, bolsas de papel o envases de cartón tipo cajas.
• Envases ligeros: de plástico, metal, madera y brick.
• Envases de vidrio: botellas de bebida, frascos y otros envases de alimentos.
• Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos: electrodomésticos, ordenadores, teléfonos móviles, etc. 
• Residuos de construcción y demolición: procedentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria.
• Pilas o baterías usadas.
• Textiles: ropa y calzado.
• Residuos voluminosos: muebles o enseres.
• Medicamentos y sus envases, incluidos los aplicadores.
• Otros residuos peligrosos de origen doméstico: radiografías, termómetros, pinturas, etc.

Además, los residuos procedentes de limpieza de vías públicas, zonas verdes, áreas recreativas y playas, los animales domésticos muertos y los vehículos abandonados también se consideran residuos domésticos

Es la separación de los residuos domésticos, mediante su depósito en diferentes contenedores para que sean valorizados o reciclados.

En la actualidad, en la Comunidad de Madrid está implantado un sistema de 5 contenedores:

1. Orgánico o contenedor marrón, en el que se depositan los biorresiduos como restos de comida. 
2. Envases o contenedor amarillo, en el que depositamos los residuos de envases de plástico, metal, madera y brick. 
3. Vidrio o contenedor verde, en el que depositamos los envases de vidrio tales como tarros, envases de bebidas, etc. 
4. Papel y cartón o contenedor azul, en el que depositamos residuos tales como revistas, periódicos, cuadernos, bolsas de papel o envases de cartón tipo cajas.
5. Resto o contenedor naranja, que es el contenedor en el que se depositan los residuos que no se deben separar en otros contenedores o en un punto limpio municipal.

Además, los Ayuntamientos tienen otros sistemas de recogida especiales, sobre todo a través de puntos limpios (fijos o móviles), para recoger determinados residuos que por sus características de peligrosidad y tamaño, no deben depositarse en los contenedores habituales. 

Todos los municipios de la Comunidad de Madrid deben disponer de puntos limpios, fijos o móviles, para la recogida selectiva de residuos domésticos que, por sus características especiales de volumen, peligrosidad, etc., no puedan depositarse en los contenedores habituales, como pueden ser:

• Muebles y enseres.
• Residuos de construcción y demolición.
• Aceites vegetales de cocina. 
• Restos de poda.
• Maderas y metales.
• Algunos residuos peligrosos domésticos, como radiografías, termómetros, aerosoles, pilas y baterías, aceite mineral usado, etc.
• Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, como electrodomésticos, fluorescentes, etc.
• Pinturas y restos de disolventes.

Al ser instalaciones o vehículos municipales, recomendamos contactar previamente con el Ayuntamiento correspondiente para conocer las cantidades y tipos de residuos que admiten en su punto limpio.

Si en algún punto limpio no aceptan un determinado residuo domiciliario, debes dirigirte al Ayuntamiento para que te informen dónde y cómo podrás depositar dicho residuo.

Los Ayuntamientos son los responsables de la recogida, transporte y tratamiento de los residuos domésticos que se generan en los municipios. Pueden hacerlo individualmente o mediante mancomunidades. 

Es posible que tu Ayuntamiento no se haga cargo de algún residuo peligroso o con características especiales que hayas generado en casa, y tengas que entregarlo a una empresa de gestión de residuos. Sobre estos asuntos debe informarte adecuadamente tu Ayuntamiento. 

Se consideran también residuos domésticos los similares en composición y cantidad que se producen en servicios e industrias, siempre y cuando no se generen como consecuencia de la actividad propia del servicio o industria.

La transición hacia una economía circular supone la necesidad de transformar los residuos en nuevos productos y materias primas, de manera que pasen a formar parte una y otra vez de la cadena de valor. 

La separación en origen de los residuos, y su recogida selectiva, facilitan que los residuos se destinen al tratamiento más apropiado con el menor coste posible. 

La gestión de los residuos domésticos pasa por diferentes fases:

1. Depósito de los residuos domésticos de manera separada en contenedores o puntos limpios. 
2. Recogida por parte de los ayuntamientos, mancomunidades, sistemas integrados de gestión o los recicladores de las diferentes fracciones.
3. Traslado, generalmente mediante camiones recolectores compactadores, hasta las plantas de tratamiento o estaciones de transferencia. 
4. Tratamiento, valorización o eliminación de los residuos. 

Consulta un esquema general en este enlace. 

Algunos residuos se pueden entregar a los comercios en el mercado de reposición, es decir, cuando compramos un producto equivalente nuevo (neumáticos, aparatos eléctricos y electrónicos, baterías, aceites industriales, etc). 

Esto se conoce como responsabilidad ampliada del productor (fabricante, importador), que se aplica desde el diseño, fabricación y puesta en el mercado de productos, hasta su distribución, consumo y gestión una vez se convierten en residuos. 

Si quieres saber más, consulta este enlace.