Categorías de residuos

La identificación y clasificación de los residuos debe hacerse conforme a la lista establecida en la Decisión 2014/955/UE sobre la lista de residuos, en la que los residuos se clasifican con códigos LER de seis cifras según la fuente que lo genera o su composición. En esta lista los residuos peligrosos aparecen identificados mediante un asterisco (*).

Si el residuo está clasificado con un código LER de residuo peligroso absoluto (con asterisco *) o con un código espejo (la misma descripción corresponde a un código con asterisco y a otro no peligroso sin asterisco), es necesario determinar si presenta alguna de las características de peligrosidad HP enumeradas en el anexo I de la Ley 7/2022, en función de la concentración de las sustancias presentes en los residuos.

Como consecuencia de la normativa de desarrollo de RAEE y VFVU se han introducidos códigos extendidos de 8 cifras, conocidos como códigos LER-RAEE y LER-VEH. Se pueden consultar en los Anexos VIII del Real Decreto 110/2015 (actualizado por el Real Decreto 27/2021) y del Real Decreto 265/2021.

Según la “Guía técnica para la clasificación de residuos” publicada por el Ministerio, los pasos a seguir serían:

1. Determinar la clasificación toxicológica de cada una de las sustancias presentes en el residuo.
2. Determinar las características de peligrosidad HP del residuo aplicando los criterios del anexo I de la Ley 7/2022, pero solo en el caso de que en la evaluación toxicológica se encuentren sustancias clasificadas con un código de clase y categoría de peligro y código de indicación de peligro. Para ello, es necesario conocer la concentración de cada sustancia.

Si se conoce la composición cualitativa y cuantitativa del residuo, la determinación de las características de peligrosidad puede hacerse basándose en las evaluaciones disponibles. Pero si no se conoce, entonces se recurre a métodos de toma de muestra, análisis químicos y ensayos.

El productor o el poseedor inicial de los residuos está obligado a suministrar a las empresas de gestión de residuos la información necesaria para su adecuado tratamiento y eliminación. 

Por tanto, para facilitar una gestión adecuada de sus residuos, el productor o poseedor inicial es responsable de clasificarlos como peligrosos o no peligrosos, de identificarlos correctamente mediante el código LER y de determinar sus características de peligrosidad.

Es el término que se utiliza cuando los productores de productos que con su uso se convierten en residuos quedan involucrados en la prevención y en la organización de la gestión de los mismos. 

La Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular delimita el ámbito de esta responsabilidad, estableciendo las obligaciones a las que, mediante el correspondiente desarrollo reglamentario para cada flujo de residuos, pueden quedar sometidos los productores, tanto en la fase de diseño y producción de sus productos, como durante la gestión de los residuos que deriven de su uso.

Los productores pueden hacer frente a estas obligaciones a través de sistemas de responsabilidad ampliada del productor individuales o colectivos.

Los flujos de residuos que actualmente están sometidos a responsabilidad ampliada del productor son:

• Envases y residuos de envases

• Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE)

• Pilas y acumuladores

• Aceites usados

• Vehículos al final de su vida útil

• Neumáticos fuera de uso

Según la Ley de residuos y suelos conaminados para una economía circular, los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada (SCRAP) están sometidos a autorización, mientras que los individuales (SIRAP) deben presentar una comunicación previa al inicio de su actividad.

Para más información sobre los trámites, consulta este enlace.

Además de la responsabilidad ampliada del productor, existen otros flujos de residuos que, por sus características especiales en cuanto a volumen, peligrosidad, etc. ha sido necesario regular su producción y gestión:

• Residuos de construcción y demolición (RCD)

• Residuos con policlorobifenilos (PCB) y policloroterfenilos (PCT)

• Residuos biosanitarios y citotóxicos

• Residuos radiactivos