Centros de bronceado: sus derechos como consumidor
Llega el verano y con él, las ganas de sol, la ropa ligera y fresca y los fines de semana de playa y piscina. Los centros de bronceado y de rayos ultravioletas se convierten estos meses de finales de la primavera, en una opción muy utilizada por aquellos consumidores que quieren comenzar el verano con la piel ya ligeramente bronceada.
El uso de aparatos emisores de rayos ultravioletas hace que estos centros deban cumplir una serie de requisitos de seguridad y obligaciones para garantizar la calidad y la seguridad de los servicios que ofrecen. En la Comunidad de Madrid, es el Decreto 10/2007, de 22 de febrero, el que regula las características de los centros que utilizan aparatos de rayos ultravioletas que suelen encontrarse en peluquerías, centros de estética o establecimientos dedicados exclusivamente a ello.
Desde el Portal del Consumidor de la Comunidad de Madrid, le ofrecemos una serie de recomendaciones para que utilice estos servicios con garantías y empiece el verano con un toque de color.
Antes de las sesiones: requisitos de los establecimientos
En primer lugar, la ley establece que todos los establecimientos de bronceado deben tener expuesto al público un certificado con la última revisión de los equipos de bronceado para que, en todo momento, el consumidor pueda saber con certeza que se cumplen las revisiones anuales obligatorias y que el aparato cumple con las condiciones de radiación ultravioleta correspondiente.
Además, en todos los centros de bronceado, se debe exponer en un cartel en la recepción o la sala de espera que tenga la siguiente información:
- Las radiaciones ultravioletas pueden provocar cáncer de piel y dañar gravemente los ojos.
- Es obligatorio utilizar gafas de protección
- Ciertos medicamentos y los cosméticos pueden provocar reacciones indeseables.
- No se permite su uso a los menores de dieciocho años y está desaconsejado en mujeres embarazadas.
Asimismo, se tendrá una tabla con los fototipos y los correspondientes tiempos de exposición a la vista del consumidor.
En cuanto al personal que ofrece las sesiones, todos ellos deben disponer de un nivel de conocimientos y aptitudes suficientes para realizar esta función, debiendo para ello, superar un curso de formación autorizado por la Dirección General competente en esta materia. Esto excluye a médicos, enfermeras, fisioterapeutas, farmacéuticos y titulados superiores en fisioterapia, que por su formación, pueden utilizar los aparatos sin el curso.
Por último, la ley obliga a estas empresas a mantener las instalaciones y los materiales en perfectas condiciones de conservación e higiene, así como a realizar tareas de desinfección y asepsia después de cada sesión.
Durante la sesión: qué se debe exigir
Antes del comienzo de cualquier tratamiento, el centro debe facilitarle un documento informativo en el que se advierta de los riesgos que puede tener las sesiones de rayos para su salud. En este documento, que el consumidor deberá firmar antes de comenzar las sesiones, se exponen las advertencias y los consejos que se deben tomar, antes de iniciar el tratamiento. A continuación se detallan las más destacadas.
Advertencias
- Las radiaciones ultravioletas pueden afectar gravemente a la piel y a los ojos; las exposiciones intensas y repetidas pueden provocar un envejecimiento prematuro de la piel, así como un aumento del riesgo de desarrollar un cáncer de piel.
- Las radiaciones pueden ser especialmente peligrosas en usuarios de piel muy blanca y no deben ser utilizadas por personas que se queman sin broncearse, que presentan insolación, o que hayan tenido algún cáncer de piel.
- Deben tomarse las precauciones necesarias en los períodos de tratamiento con ciertos medicamentos, entre otros, antibióticos, somníferos, antidepresivos, antisépticos locales o generales éstos aumentan la sensibilidad a las radiaciones así como los cosméticos.
Precauciones
- Debe utilizar siempre gafas de protección adecuada durante toda la exposición.
- Antes de la exposición, retire bien cualquier cosmético y no se aplique ningún filtro solar.
- Abstenerse de exponerse a las radiaciones ultravioletas durante los períodos de tratamiento con medicamentos. En caso de duda consulte al médico.
- No exponerse al sol y al aparato el mismo día.
- Dejar pasar 48 horas entre las dos primeras exposiciones.
- Seguir las recomendaciones relativas a la duración, intensidad de exposición y distancia de la lámpara
- Consultar al médico si se desarrollan sobre la piel ampollas, heridas o enrojecimiento.
Una vez hecha la primera sesión, el establecimiento debe elaborar una ficha personalizada donde se apunte, entre otros, las sesiones de exposición recibidas así como las recomendaciones específicas de exposición en función de su fototipo de piel.
Reclamaciones
En caso de un mal funcionamiento de los aparatos de bronceado, puede dirigirse a Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid; si no está conforme con alguno de estos servicios puede solicitar una hoja de reclamaciones en el establecimiento y presentarla en la Oficina Municipal de Información al Consumidor más cercana a su domicilio, en la Dirección General de Comercio, Consumo y Servicios, o a través de internet.