ESTABAN EN PODER DE UN PARTICULAR QUE LAS ENTREGÓ A LA INSTITUCIÓN ESTATAL.

La Biblioteca Nacional de España (BNE) ha donado al Archivo Regional de la Comunidad de Madrid un pequeño grupo de imágenes pertenecientes al Fondo Gerardo Contreras, que habían llegado a esta institución de manos de un particular. Se trata de 8 placas de vidrio y 69 negativos fechados entre 1936 y 1937 entre los que se encuentra uno de los episodios más conocidos de la guerra civil española: el asedio al Alcázar de Toledo.

13 octubre 2021

Una vez que los especialistas del Departamento de Adquisiciones e Incremento del Patrimonio de la BNE identificaron el donativo y supieron que el Fondo fotográfico se encontraba custodiado en el Archivo Regional se dirigieron a la institución autonómica para proceder a la donación.

Los 69 negativos recibidos contienen retratos de políticos y militares de 1937, pero la importancia de esta donación reside en las 8 placas de vidrio, que recogen el momento exacto de la explosión que destrozó buena parte del Alcázar de Toledo durante el asedio al que fue sometido en 1936 durante la contienda bélica. Llama la atención la tremenda humareda provocada por la detonación de la mina, que cubrió la ciudad de Toledo y que podía verse a varios kilómetros de distancia.

donacin 1 redEn la caja donada, junto al material fotográfico, había anotaciones de Contreras relativas a su contenido. Aquí, podemos ver unas placas de vidrio, unos sobres que contienen los negativos y un papel de título de la caja en el que aparece escrita con letras mayúsculas la palabra "Alcázar"

La explosión del Alcázar de Toledo
El coronel Moscardó se puso de parte de los sublevados el 18 de julio de 1936 y se acuarteló en el Alcázar de Toledo junto a una guarnición compuesta por 410 soldados, 110 milicianos y 90 hombres de distinta procedencia. Además, pretendió hacer llegar munición de la Fábrica Nacional de Armas de Toledo pero fue descubierto por las autoridades republicanas de la ciudad y no llegaron todas al Alcázar.

Desde ese momento, se produjeron distintos intentos para que Moscardó depusiera su actitud y se llevó a cabo el asedio del edificio. Uno de esos intentos disuasorios sucedió el 23 de julio y fue el que dio lugar a la popularidad del episodio del Alcázar en la guerra: las autoridades republicanas llamaron telefónicamente a Moscardó y amenazaron con matar a su hijo (presente en la conversación) si el coronel no rendía la plaza. Probablemente, el padre no pensara que fueran a matar a su hijo (lo que no ocurrió en ese momento, aunque sí un mes más tarde en una de las tristemente famosas 'sacas' de la guerra), así que no depuso su actitud, siguió el acuartelamiento y empezó el asedio por parte de las autoridades republicanas.

Al prolongarse el asedio durante meses y, tras comprobar que no podrían asaltar el Alcázar por la fuerza ni por medio de negociaciones, las fuerzas republicanas intentaron demoler el edificio. Así, el 18 de septiembre de 1936 detonaron unas minas explosivas que provocaron el derrumbe del torreón suroeste y la fachada oeste. Entonces, se intentó de nuevo el asalto pero, por los destrozos provocados por las explosiones, el acceso al Alcázar dejó a los asaltantes a merced de los sitiados, que repelieron el ataque.

234 bis 00002 red
234 bis 00005 red
234 bis 00006 redLas placas de vidrio donadas recogen el momento de la explosión que destrozó gran parte de la fortaleza. Llama la atención la tremenda humareda provocada por la detonación de la mina que cubrió la ciudad de Toledo y que podía verse a varios kilómetros de distancia. Estas imágenes también nos muestran el estado en que quedó el Alcázar, que perdió el torreón suroeste y parte de la fachada oeste.

La situación volvió a los continuos bombardeos del Alcázar por parte del Ejército republicano y los intentos de sobrevivir de los sitiados… hasta que el día 27 de septiembre el general sublevado Varela llegó a Toledo y liberó la fortaleza. En ese momento se continuó con el uso propagandístico del asedio del Alcázar por parte del régimen del general Franco, lo que se agudizaría más todavía al finalizar la guerra, convirtiéndolo en uno de los episodios más célebres del conflicto armado.

El Fondo Gerardo Contreras
El Fondo Gerardo Contreras, custodiado desde 2016 en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, está compuesto por un número aproximado de 180.000 imágenes fotográficas que abarcan desde 1924 hasta 1971. Se trata, en su mayor parte, de negativos en nitrato o acetato de celulosa, aunque también podemos encontrar placas de vidrio y cajas de positivos.

La temática de las imágenes, que abarcan desde 1927 a 1971, es muy variada y, en ellas, podemos encontrar los actos sociales, políticos, culturales y deportivos del momento, que en su mayor parte tenían lugar en Madrid, centro de la vida política y cultural del país, así como los principales personajes españoles y extranjeros que ocupaban las primeras páginas de la prensa diaria.

La obra de Gerardo Contreras reúne cuatro elementos esenciales: actualidad, objetividad, narrativa y estética, características que la hacen ser considerada como fotografía periodística de primer nivel.

donacin 2 redEn estas pequeñas cajitas, perfectamente identificadas con su número, era donde Gerardo Contreras guardaba las fotografías, las placas de vidrio y los negativos, junto a las anotaciones de su contenido.
Foto 1
Foto 2
Dos anotaciones de expedientes del Fondo Gerardo Contreras que ejemplifican la disparidad de retratos y temas (y su abanico cronológico) de esta Colección custodiada en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.

Gerardo Contreras Saldaña (1902 – 1971)
Gerardo Contreras comenzó su carrera con catorce años en el diario ‘La Tribuna’ y trabajó durante toda su vida en la información gráfica madrileña. Su labor profesional está presente en los periódicos más importantes de la época: junto a ‘La Tribuna’, ‘La Vanguardia’, ‘As’ y, sobre todo, en el diario ‘Arriba’. Sus reportajes son protagonistas también en las revistas ‘Destino’, ‘Fotos’, ‘Estampa’ y ‘Ahora’ –de la que fue Jefe de Servicio Gráfico–. Además, formó parte de la Agencia Contreras y Vilaseca, junto a Alejandro Vilaseca González hasta que su disolución, momento en el que comenzaría su etapa en solitario.

También, fue miembro fundador de la Unión de Informadores Gráficos de Prensa (UIGP), de la que llegaría a ser Vicepresidente en 1936, y cuyo objetivo era la defensa de los derechos de los reporteros gráficos encargándose, además, de regular su actividad en los principales diarios, revistas y agencias con sede en la capital.

Obtuvo algunos de los premios más importantes, entre ellos, cabe destacar la Medalla al Mérito en el Trabajo (1965) en atención a los 50 años de servicios ininterrumpidos desde 1915, y el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Periodismo Gráfico por su fotografía “Visita de los astronautas del Apolo XI”, en 1969. También, se le concedió la Orden Imperial del Yugo y las Flechas y estaba en posesión de las Cruces de Caballero de Isabel la Católica y de Cisneros, de la Cruz Oficial del Mérito Civil y, en 1970, recibió el título de Productor Ejemplar y la Asociación de la Prensa de Madrid le galardonó con el premio Rodríguez Santamaría.

Contreras estuvo acreditado en hechos clave para la historia contemporánea de España, entre los que destaca, en el ámbito político, la causa seguida contra el político socialista Francisco Largo Caballero, en la que Gerardo Contreras fue uno de los pocos informadores gráficos acreditados en la Sala para las revistas ‘Ahora’ y ‘Estampa’.

Volver al listado