'Documento del mes' (MAYO, 2015)
> Programa de los actos taurinos de la Feria de San Isidro de 1982 que presenta la empresa adjudicataria Madrid Toros, S.A.
PRESENTA LOS 24 FESTEJOS TAURINOS Y LOS DIESTROS QUE LIDIARÁN LAS RESES
El documento seleccionado, perteneciente al Fondo Diputación Provincial de Madrid, presenta los 24 festejos taurinos de la fiesta (corridas de a pie, rejones y novilladas) y especifica las nacionalidades de los toreros y rejoneadores que actuarán en los festejos, detallando, además, si son toreros antiguos o de los que van a confirmar su alternativa. Esta información se acompaña de los carteles individualizados de cada corrida, con el nombre de los diestros y de la ganadería de las reses.
Programa de los actos taurinos de la Feria de San Isidro de 1982. |
El programa hace mención a la Venta del Batán, que se inauguró el 11 de mayo de 1950 para exponer los toros que se iban a lidiar en la Feria de San Isidro, poniéndose al servicio de la plaza Monumental de Las Ventas, por el alcalde José Moreno Torres. El recinto fue montado por el Ayuntamiento de Madrid y radicaba en terrenos de la Casa de Campo, de propiedad municipal. Se retornaba así a la tradición, costumbre popular en la antigüedad, de exponer los toros que se iban a lidiar para que el aficionado viera el trapío del ganado.
El Batán, como se le conocía popularmente, era un verdadero escaparate de toros y donde éstos también se recuperaban del viaje en el camión y cobraban fuerzas de cara a la futura lidia. La Venta del Batán constaba de diez corrales y vivienda para los mayorales de las ganaderías expuestas.
Los príncipes de Mónaco, Grace Kelly y Rainiero III en la Venta del Batán durante una visita realizada a España en 1959. Fondo Fotográfico Martín Santos Yubero. ARCM.
Exposición fotográfica complementaria
El documento de mes se complementa con una variada selección de imágenes, fechadas entre 1932 y 1974, pertenecientes a los fondos fotográficos Martín Santos Yubero y Cristóbal Portillo relacionados con esta fiesta, que también puede verse en el Portal de Archivos de la Comunidad de Madrid.
La Pradera de San Isidro es la protagonista de la mayor parte de estas fotografías. En las más antiguas, de 1932, podemos ver puestos y atracciones típicas, como el tiovivo, abarrotados por cientos de madrileños que se acercan para disfrutar del jolgorio festivo y comer las tradicionales rosquillas 'tontas', 'listas', 'francesas' y 'de Santa Clara'. Las imágenes más modernas nos acercan a un concurso infantil de pintura con la imagen de la Ermita del Santo como protagonista.
Tampoco faltan los madrileños, ataviados con los trajes de chulapos, o vestidos de goyescos. Entre ellos los niños nos ofrecen las imágenes más simpáticas, como los traviesos ‘chisperos’ del barrio de Maravillas. También los concursos tienen un lugar destacado: de pintura, de carteles y, por supuesto, de chotis, imagen indiscutible de la fiesta. El manolo,‘agarrao’ a su manola, sin salirse un milímetro de la baldosa.
San Isidro y el agua
San Isidro nació en Madrid un 4 de abril de 1082. Su fama de santo milagrero le viene de la facilidad que se dice que poseía para encontrar agua. Algunos de los manantiales que descubrió fueron marcados posteriormente como lugares mágicos, incluso alguno de ellos fue entendido como lugar de milagro. La devoción al santo fue creciendo siglos después de su fallecimiento y su cuerpo era sacado de procesión con el objeto de invocar lluvias.
En 1520, Juan de Vargas solicita permiso papal para construir en la Plaza de la Paja una pequeña capilla dedicada al santo y poder colocar allí sus restos. En 1528, construye una ermita dedicada a San Isidro y, casi un siglo después, en 1619, es beatificado y se fija la fiesta para el 15 de mayo.
Delante de la Ermita de San Isidro, existía una pradera que recogía a los primeros madrileños que querían disfrutar de su romería. El cuadro La pradera de San Isidro, pintado por Francisco de Goya en 1788, es un ejemplo de la importancia que adquirió esta celebración en el pasado.
Tras la ocupación francesa, los madrileños recorrían la Cuesta de la Vega y la calle Segovia y finalizaban en la ermita besando los restos y, posteriormente, bebían del caño de la fuente mientras era costumbre recitar: “San Isidro hermoso, / patrón de Madrid, / que el agua del risco / hiciste salir”.
Folleto del 'Documento del mes' (MAYO, 2015) |