
Creciendo juntos y saludables
Cuidados desde el nacimiento hasta la adolescencia
Desde el inicio, el bebé necesita el cuidado y la atención de la familia y el entorno más próximo, junto con el apoyo y la ayuda de los profesionales sanitarios, para desarrollarse plenamente.
Aquí puedes encontrar información y consejos sencillos para facilitar una crianza y desarrollo saludables.
Recién nacidos
Los primeros días de vida son una etapa importante en la que os vais conociendo poco a poco y la familia se va adaptando a la nueva situación.

En este enlace encontraréis información útil sobre los trámites administrativos que hay que realizar tras el nacimiento del bebé.
Detección precoz de enfermedades en el recién nacido
En la maternidad, siempre antes del alta al bebé, se le harán dos pruebas de cribado al recién nacido:
La prueba del talón.
La prueba para valorar su audición.
Documento de Salud Infantil
El Documento de Salud Infantil es una herramienta donde tanto la familia como los distintos profesionales de la salud pueden recoger el seguimiento del desarrollo infantil y los cuidados en salud recibidos.
¿Cómo pedir la cita para la revisión del bebé en el centro de salud?

Pida cita para su bebé en su Centro de Salud para que sea valorado por un profesional sanitario entre las 48/72 horas tras el alta hospitalaria.
Cuidados de salud en el primer mes de vida
El contacto piel con piel y responder a las necesidades del bebé de manera adecuada favorece el establecimiento del vínculo afectivo. Se puede aprovechar para hablarle y acariciarle durante la toma de alimento, el baño o en cualquier otra oportunidad. Conviene comprobar que reacciona ante los sonidos (parpadea, se mueve o se despierta). Rodear al bebé de un entorno afectuoso es clave para su desarrollo.
Se recomienda alimentar al bebé con lactancia materna de manera exclusiva durante los seis primeros meses de vida, y continuar con ella complementando con otros alimentos a partir de esa edad. Para facilitar un buen comienzo de la lactancia materna se recomienda:
- Contacto precoz piel con piel con el recién nacido, de manera que se faciliten las primeras tomas.
- Darle el pecho a demanda, cada vez que muestre signos de hambre, ya que los bebés son los que saben en cada momento si tienen hambre, sed o necesidad de consuelo. Las tomas pueden tener distinta duración y distinto intervalo, y los primeros días deberán ser más frecuentes (10-12 tomas). Cuantas más veces succiona el bebé, más leche se produce.
- Postura correcta, de manera que el bebé tenga la boca bastante abierta, cogiendo areola y no sólo pezón, la toma no duela y veamos que el bebé queda tranquilo y satisfecho tras las tomas. Con una postura adecuada del bebé al pecho se pueden evitar la mayoría de las dificultades de la lactancia.
- Evitar chupetes y tetinas en las primeras semanas, hasta que se haya instaurado correctamente la lactancia materna.
- Consultar con vuestra matrona o su profesional de enfermería o pediatría cualquier dificultad. Existen grupos de apoyo a la lactancia en los que otras madres os brindarán su ayuda.
Si por cualquier motivo vuestra decisión es no dar de mamar, los profesionales de pediatría o enfermería os asesorarán sobre la manera de alimentar al bebé de una forma segura y satisfactoria.
Ampliar información en Cómo preparar biberones
En los primeros días de vida el bebé pierde peso y a partir de la segunda semana comienza a recuperarlo.
Es recomendable seguir una rutina de higiene diaria.
- El baño debe ser breve, con agua templada a unos 36 º C y, si se utiliza jabón (que no es imprescindible), debe ser suave y neutro.
- Los ojos se limpiarán sólo con agua y los oídos con una toalla, evitando el uso de bastoncillos.
- Hasta que el ombligo cicatriza, se debe limpiar con agua y jabón neutro y secar bien, con las manos limpias. Hay que mantenerlo limpio y seco, así como cambiar el pañal cuando sea necesario.
- La frecuencia de deposiciones en los recién nacidos no es siempre la misma; es normal que el bebé haga una deposición después del alimento, o bien sólo una vez al día. La limpieza del área del pañal en las niñas debe ser siempre en sentido desde la vulva hacia el ano, para prevenir infecciones.
- Son frecuentes en los recién nacidos los estornudos aislados para limpiar las vías aéreas.
El patrón de sueño se va adquiriendo de forma muy progresiva y no se corresponde con el de los adultos. Puede favorecerlo el hecho de mantener ciertas rutinas así como adecuar los estímulos de luz y ruidos al momento del día.
Para la prevención de la muerte súbita del lactante en el primer año de vida se recomienda:
- Poner al bebé boca arriba para dormir hasta los 6 meses de edad (salvo indicación médica). Cuando esté despierto/a puede estar boca abajo con vigilancia.
- Mantener la lactancia materna a demanda.
- No fumar (especialmente la madre) y no dejar que se fume en su entorno.
Es recomendable que la primera revisión en el centro de salud sea realizada a las 48-72 horas tras el alta hospitalaria, y en todo caso, antes de finalizar la primera semana de vida.
Lactantes (menores de dos años)
Esta es una etapa de rápido crecimiento y desarrollo en la que aumentan sus destrezas y su interés por el entorno.
Desarrollo infantil 0-18 meses
Desde el nacimiento hasta los 18 meses es un período de grandes cambios para tu bebé; tanto biológicos -como el aumento de la talla y del peso- como de otros aspectos de evolución significativa- tales como la capacidad perceptiva, el desarrollo de la motricidad, la comunicación, los aspectos emocionales, de socialización o de autonomía-.
En este cartel puedes acceder a una visión general del desarrollo infantil en este período.
Cuidados de Salud de los lactantes
De 1 a 6 meses
El bebé os necesita para sentirse querido y seguro: habladle, cogedle, acariciadle y compartid juegos. Comienza a sonreír cada vez más en respuesta a vuestras atenciones.
El bebé reacciona al sonido, se orienta hacia la voz de su madre/padre, le tranquiliza su voz y busca la fuente de sonidos nuevos que no están a la vista.
Es en esta etapa cuando adquiere la capacidad de levantar la cabeza si le colocáis boca abajo y de mantener la cabeza alineada con el tronco. A partir de los 2 ó 3 meses, podéis incorporarlo ligeramente a ratos, manteniendo su espalda recta.
Consultad a su profesional de pediatría o enfermería ante cualquier duda o en el caso de que se observe alguna asimetría craneal.
La leche materna sigue siendo el alimento ideal para el bebé. Es un alimento completo que le aporta todos los nutrientes que necesita hasta los 6 meses. Cambia de composición a lo largo de la toma y de unas tomas a otras, para ajustarse a las necesidades del lactante. Sólo el bebé sabe cuánto y cuándo necesita comer, así que se recomienda mantener la lactancia a demanda. Las tomas no duran siempre lo mismo. A mayor edad, menor duración. A veces tendrá suficiente con un solo pecho y otras mamará de los dos. En ocasiones notaréis que el niño/a pide mamar más a menudo; son los llamados “brotes de crecimiento” que se solucionan dándole de mamar con mayor frecuencia durante uno o dos días.
Durante la lactancia, la madre debe seguir una dieta normal, variada y equilibrada y evitar el alcohol y otros hábitos tóxicos. Este es un buen momento para dejar de fumar.
Si el permiso de maternidad termina y la madre se debe incorporar a su puesto de trabajo, los profesionales de pediatría o enfermería os explicarán las posibles opciones para alimentar al lactante durante su ausencia y mantener la lactancia, si este es vuestro deseo.
Más información. Lactancia materna
Si por cualquier motivo el lactante no recibe leche materna, los profesionales de pediatría o enfermería os asesorarán sobre la manera de alimentar al bebé de una forma segura y satisfactoria.
Más información. Cómo preparar biberones
A partir de los 6 meses se podrá comenzar la alimentación complementaria de manera paulatina, siguiendo el consejo de los profesionales de pediatría o enfermería.
Es recomendable seguir una rutina de higiene diaria:
- Después de bañarle, hay que secar bien los pliegues de la piel, pues la humedad favorece las infecciones.
- Puede que el ritmo de las deposiciones sea menor e incluso que pase algún tiempo sin hacer ninguna. Esto es algo normal y, si el bebé mama bien y la última deposición fue blanda, no debe ser motivo de preocupación.
- La limpieza del área del pañal en las niñas debe ser siempre en sentido desde la vulva hacia el ano, para prevenir infecciones.
- Para evitar que se arañe o lastime, las uñas se liman o cortan con unas tijeras adecuadas, teniendo la precaución de no llegar al borde de la piel.
Hay que procurar que poco a poco vaya adoptando una rutina de descanso.
Para la prevención de la muerte súbita del lactante en el primer año de vida se recomienda:
- Poner al bebé boca arriba para dormir hasta los 6 meses de edad (salvo indicación médica). Cuando esté despierto/a puede estar boca abajo con vigilancia.
- Mantener la lactancia materna a demanda.
- No fumar (especialmente la madre) y no dejar que se fume en su entorno.
Conviene que la habitación donde está el bebé sea soleada (sin exposición solar directa) y que esté ventilada, nunca en un ambiente con humo.
La temperatura recomendada es alrededor de 20-22ºC. No se aconseja arropar en exceso al bebé. Se deben evitar los colchones blandos o de lana, almohadones, cojines y colgantes al cuello.
Se puede ofrecer el uso del chupete para el sueño durante el primer año.
Se desaconseja mojarlo en sustancias azucaradas, porque puede contribuir a la aparición de caries.
Es beneficioso para el bebé pasear todos los días por lugares soleados. Hay que tener precaución con la exposición solar directa prolongada y el exceso de calor y de viento.
Evitad que esté expuesto al humo del tabaco.
Recordad vacunarle según el calendario vigente en la Comunidad de Madrid. Después de la vacuna, el bebé puede presentar cierta reacción, con fiebre, intranquilidad y/o inflamación local. Comunicadlo a su profesional de pediatría o enfermería en posteriores visitas.
Se recomienda acudir a las visitas de atención a la salud infantil programadas en el centro de salud.
De 6 a 12 meses
Es importante hablar y sonreír al bebé mirándole a la cara, jugar ofreciéndole objetos para que los coja, poner música suave y/o cantarle. El juego estimula su desarrollo psicomotor y favorece el vínculo.
A esta edad, el bebé es capaz de emitir sonidos (pa, ma, ta) para llamar la atención, atender a su nombre y responder imitando a los juegos de comunicación (adiós, los lobitos, cucú tras…). También aprende a girarse a los lados, a darse la vuelta si le colocáis boca abajo y a mantenerse en posición sentada. Adquiere la capacidad de buscar un objeto que ha desaparecido y disfruta tirando objetos al suelo para que se los devolváis. Puede hacer la “pinza” entre el dedo pulgar y el índice, lo que le permite coger objetos pequeños y moverlos con más precisión. Poco a poco, empezará a desplazarse, a gatear o incluso a andar por la casa.
Consultad a su profesional de pediatría o enfermería ante cualquier duda o en el caso de que se observe alguna asimetría craneal.
A partir de los 6 meses, la leche materna sigue siendo la principal fuente nutritiva y se debe garantizar que el niño tome al día al menos 4 tomas de pecho (o 400 ml de leche de fórmula). No se debe dar leche de vaca antes de los 12 meses.
Sin embargo, a esta edad la leche puede ser insuficiente en energía y algunos nutrientes, lo que hace necesaria la introducción de nuevos alimentos. Su introducción será de forma gradual y progresiva, en pequeñas cantidades y con intervalos de varios días entre nuevos alimentos, con el fin de que el niño/a se acostumbre a nuevos sabores y de poder detectar posibles alergias o intolerancias.
La incorporación de estos nuevos alimentos puede variar en función de la cultura de la familia, los alimentos de temporada o las características de cada lactante. Los calendarios de introducción de alimentos son una propuesta orientativa que hay que adaptar a la realidad familiar, intentando que el bebé se vaya incorporando progresivamente al menú de la familia.
No se añadirá sal ni azúcar a los alimentos, ni se le dará miel fresca antes del año. No es recomendable el uso de vísceras. En épocas calurosas se le ofrecerá agua sin azúcar, entre las tomas. Consultad con su profesional de pediatría o enfermería antes de empezar a darle nuevos alimentos.
La actividad física a esta edad consiste en jugar con el bebé: en el suelo, en el agua, encima de vosotros…
Cuando esté despierto y contento, se puede aprovechar para jugar, varias veces al día, tratando de que no pase mucho tiempo seguido sentado o sujeto en sillas, carritos o balancines.
No se recomienda pasar tiempo frente a pantallas como la televisión, el teléfono móvil u otros dispositivos electrónicos; lo mejor es evitar su uso por completo, ya que no existe un tiempo seguro.
Para los bebés que no pueden desplazarse, es importante asegurarse de que pasen al menos 30 minutos al día boca abajo (posición prona), distribuidos a lo largo del día, mientras están despiertos y acompañados. Esto les ayudará a desarrollar su fuerza y coordinación.
Se continuará con los hábitos de higiene que ya habéis iniciado.
En el primer año de vida, generalmente a partir del 5º o 6º mes, se inicia la primera dentición. Conviene empezar a limpiarle los dientes con una gasa húmeda.
Hay que procurar que poco a poco vaya adoptando una rutina de descanso. Pueden ayudarle costumbres como el baño, leer un cuento o cantarle suavemente antes de dormir.
Para la prevención de la muerte súbita del lactante en el primer año de vida se recomienda:
- Poner al bebé boca arriba para dormir hasta los 6 meses de edad (salvo indicación médica). Cuando esté despierto/a puede estar boca abajo con vigilancia.
- Mantener la lactancia materna a demanda.
- No fumar (especialmente la madre) y no dejar que se fume en su entorno.
Es recomendable pasear a diario con vuestro hijo/a. La luz solar ayuda a activar la vitamina D. Para prevenir quemaduras solares, se debe tener precaución en las horas centrales del día (de 12 a 16 horas) y, cuando hace mucho sol, protegerle con ropa adecuada, gorra o sombrilla y utilizar cremas de protección solar de manera adecuada.
Evitad que esté expuesto al humo del tabaco.
Recordad vacunarle según el calendario vigente en la Comunidad de Madrid. Observad y comunicad posibles reacciones vacunales.
Se recomienda acudir a las visitas de atención a la salud infantil programadas en el centro de salud.
De 12 a 24 meses
A esta edad comienza a balbucear sus primeras palabras y, a lo largo del año, va formando frases de dos palabras. Le ayuda que habléis y leáis siempre correctamente y con claridad, sin deformar las palabras.
Alrededor del año comienza a caminar y, aproximadamente, a los 15-18 meses, empieza a subir y bajar escaleras con vuestra ayuda.
Se calma fácilmente con vosotros y comienza a extrañar a otras personas.
Si lo veis conveniente, cuando tengáis que dejarle al cuidado de otras personas, podéis despediros para que vaya entendiendo las separaciones temporales.
Las rabietas hacia los dos años son comportamientos normales, porque ya tiene su identidad y busca su autonomía pero todavía no se expresa bien. Muchas veces están relacionadas con cansancio y hambre. Hay que intentar mantener la calma sin ceder a lo que pide, distraerle con otra actividad o ir probando distintas estrategias.
A esta edad ya pueden haberse introducido todos los alimentos.
Progresivamente se ofrecerán todas las texturas, estimulando la masticación y la paulatina utilización de cubiertos, vaso o taza, fomentando la autonomía para alimentarse.
Es importante incorporar al niño/a a las costumbres familiares para la adquisición de hábitos saludables, y que la alimentación sea variada y equilibrada, distribuida en 5-6 comidas al día, sin picoteo entre horas.
Se debe respetar su apetito sin forzar la alimentación. Es aconsejable que los niños coman la cantidad de comida que desean comer; ello facilitará que coman hasta que se sacien y evitará el sobrepeso y la obesidad.
La base de su alimentación son los cereales, el pan, la pasta, la patata, la fruta, la verdura y las hortalizas. Diariamente es aconsejable tomar al menos 3-5 raciones de fruta y verdura. Hay que alternar el consumo de carne, pescado y huevo, y asegurar un aporte de medio litro diario de leche (materna o de vaca) o derivados lácteos (yogur, quesos...).
La preparación de las comidas será con poca sal. Se recomienda evitar los alimentos precocinados y procesados, la bollería industrial, zumos envasados y refrescos, aperitivos salados y golosinas. Aumentar el consumo de alimentos frescos y utilizar el agua para saciar la sed ayuda a conseguir una alimentación saludable.
Es recomendable que pasen tiempo al aire libre, en el parque o paseando. Cuando comienzan a andar, suele ser suficiente con su actividad física espontánea. La actividad física debería ocupar al menos 3 horas repartidas durante todo el día, las actividades variadas de cualquier intensidad, incluidas de moderada a enérgica, eso sí, cuanta más mejor.
Es deseable que no esté más de 1 hora seguida en actividades sedentarias.
No se recomienda a esta edad que pase tiempo delante de pantallas, como la televisión, el teléfono móvil u otros dispositivos electrónicos.
Se continuará con los hábitos de higiene que ya habéis iniciado.
Conviene que le limpiéis los dientes después de cada comida y, sobre todo, por la noche. No es necesario utilizar pasta de dientes. En el caso de que sea capaz de no tragarse la pasta, se puede utilizar una pasta fluorada de dientes adecuada a su edad (1000 ppm de flúor) en una capa muy fina sobre el cepillo dental.
Se mantendrá una rutina de descanso. Hay que intentar que la hora de acostarse sea un momento agradable del día. Eso se puede reforzar cantándole una canción o leyéndole un cuento.
Es recomendable pasear a diario con vuestro hijo/a y mantener las precauciones para evitar quemaduras solares.
Evitad que esté expuesto al humo del tabaco.
Recordad vacunarle según el calendario vigente en la Comunidad de Madrid. Observad y comunicad posibles reacciones vacunales.
Se recomienda acudir a las visitas de atención a la salud infantil programadas en el centro de salud.
Infancia (de 2 a 14 años)
En esta etapa progresan su curiosidad y creatividad, utilizando el juego como un modo de expresión que además estimula su desarrollo. Su mayor vínculo es la familia, pero crece su capacidad de socializar con los demás y, poco a poco, va aumentando su nivel de autonomía.
Cuidados de Salud en la Infancia
De 2 a 4 años
El niño/a repite frases y progresa en el desarrollo del lenguaje. Evitar el exceso de ruido en su entorno ayudará a preservar su audición.
Empieza a entender que, cuando os vais, lo hacéis de forma temporal y tolera mejor las separaciones. Le gusta alejarse a explorar su entorno, siempre y cuando os tenga a la vista. Vigiladle a cierta distancia para cuidar de su seguridad mientras se fomenta su autonomía.
Durante el segundo año, el niño/a va descubriendo la existencia de límites, los aprende y experimenta sobre todo en familia. Es importante que mantengáis la coherencia en las normas establecidas en la familia, que serán pocas pero claras.
Elogiar siempre sus comportamientos positivos y fomentar su seguridad y autoestima ayudará al desarrollo de su personalidad, conviviendo lo máximo posible con él/ella.
Es importante para la salud y el desarrollo del niño/a que su alimentación sea variada y equilibrada. Se debe respetar su apetito sin forzar la alimentación.
Se recomienda realizar 5-6 comidas al día, sin picoteo entre horas, y reforzar el hábito de comenzar el día con un desayuno completo formado por un lácteo, fruta natural y cereales. Es aconsejable realizar las comidas en familia, con un cierto orden en los horarios, en un ambiente tranquilo y sin distracciones.
La base de su alimentación son los cereales, el pan, la pasta, la patata, la fruta, la verdura y las hortalizas. Se aconseja tomar diariamente al menos 3-5 raciones de fruta y verdura. Hay que alternar el consumo de carne, pescado y huevo. Conviene asegurar un aporte de medio litro diario de leche o derivados lácteos (yogur, quesos...), preferiblemente productos con bajo contenido en grasa (semidesnatados) siempre y cuando el profesional lo indique.
La preparación de las comidas será con poca sal. Se recomienda evitar los alimentos precocinados y procesados, la bollería industrial, zumos envasados y refrescos, aperitivos salados y golosinas. Aumentar el consumo de alimentos frescos y utilizar el agua para saciar la sed ayuda a conseguir una alimentación saludable.
Recomendaciones alimentación preescolares 1-3 años
Se recomienda promover que sean físicamente activos durante al menos 3 horas distribuidas a lo largo del día, incluyendo todo tipo de actividad física, como el juego libre, estar al aire libre en el parque o paseando, ir a los sitios caminando…
Es importante limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias a no más de una hora seguida al día.
A esta edad no se recomienda que pase tiempo delante de pantallas, como la televisión, el teléfono móvil u otros dispositivos electrónicos.
Se continuará con los hábitos de higiene que ya habéis iniciado.
Es necesario acostumbrarle a la limpieza de manos antes de comer y después de utilizar el inodoro.
También aprenderá a limpiarse los dientes con un pequeño cepillo con una pasta adecuada a su edad (1000-1450 ppm de flúor) en una cantidad del tamaño de un guisante después de cada comida y, sobre todo, por la noche.
En esta edad poco a poco irá controlando sus esfínteres. Es un proceso natural en el que cada niño/a puede tener distinto nivel de madurez y diferentes ritmos.
Es necesario que duerma el tiempo necesario, de 8 a 10 horas mínimo diarias, marcando unos horarios estables.
Pueden aparecer pesadillas, que le angustian mucho porque aún no sabe distinguir realidad de ficción. Si las tiene, estad con él/ella hasta que se calme y, por ejemplo, podéis dejarle una luz tenue encendida.
Es conveniente mantener las precauciones para evitar quemaduras solares.
Evitad que esté expuesto al humo del tabaco.
Para evitar posibles accidentes:
- Hay que enseñarle a actuar con precaución (sin atemorizarle) ante situaciones que puedan conllevar cierto riesgo: cruzar la calle, escaleras, bicicleta...
- Por la calle es prudente llevarle cogido de la mano.
No debéis utilizar ninguna forma de desprecio, temor, castigo físico o abuso, lo que además está legalmente prohibido. El buen trato en la infancia es básico para su desarrollo, bienestar y aprendizaje.
Recordad vacunarle según el calendario vigente en la Comunidad de Madrid. Observad y comunicad posibles reacciones vacunales.
Se recomienda acudir a las visitas de atención a la salud infantil programadas en el centro de salud.
De 4 a 6 años
Irá adquiriendo progresivamente mayor autonomía en sus rutinas diarias, pero todavía necesita vuestra supervisión.
Es importante fomentar las relaciones sociales, sobre todo en su entorno (barrio, escuela…).
De manera progresiva, va integrando y asumiendo las normas sociales. Desde la familia podéis educarle hacia una convivencia positiva, promocionando el afecto y respeto a los demás, independientemente del género, cultura o diversidad de capacidades.
Es fundamental en estos primeros años de vida estar con vuestros hijos/ as, escucharles, mantener una relación cálida y afectuosa y disfrutar de las actividades cotidianas juntos.
Se recomienda mantener una alimentación variada y equilibrada.
Ya pueden y deben comer solos. Se debe respetar su apetito sin forzar la alimentación.
Los alimentos no se deben usar ni como castigo ni como recompensa. Se recomienda distribuir los alimentos en 3 comidas principales y dos tentempiés, uno a media mañana y otro en la merienda (bocadillo y/o fruta).
De esta manera se evitará el picoteo. Los tentempiés deberán ser caseros y no muy abundantes.
El desayuno debe contener un lácteo, pan o cereales y fruta; así se cubrirán las necesidades para empezar el día.
Conviene asegurar un aporte de medio litro diario de leche o derivados lácteos (yogur, quesos...), preferiblemente productos con bajo contenido en grasa (semidesnatados) siempre y cuando el profesional lo indique.
Se deben tomar alimentos ricos en fibra 2-3 veces al día (verduras, hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos y productos integrales).
La preparación de las comidas será con poca sal. Se recomienda evitar los alimentos precocinados y procesados, la bollería industrial, zumos envasados y refrescos, aperitivos salados y golosinas.
Aumentar el consumo de alimentos frescos y utilizar el agua para saciar la sed ayuda a conseguir una alimentación saludable.
A partir de los 5 años, se recomienda realizar al menos 1 hora de actividad física al día (como andar, pasear en bicicleta, correr…) de forma continuada o sumando períodos más cortos a lo largo del día.
Al menos 3 días a la semana se recomiendan actividades de intensidad vigorosa que fortalezcan los músculos y mejoren la masa ósea como correr, saltar a la cuerda, practicar algún deporte.
Integrar dentro de las rutinas familiares el transporte activo y las actividades al aire libre y en grupo, facilita la realización de actividad física de manera cotidiana y mejora la salud y el bienestar de toda la familia.
Evitar el sedentarismo y el uso de pantallas (televisión, móviles, ordenadores, etc.)
Se continuará con los hábitos de higiene que ya habéis iniciado.
Antes de las comidas debe lavarse las manos con agua y jabón y también después de utilizar el inodoro.
El cepillado de dientes será con una pasta adecuada a su edad (1000-1450 ppm de flúor) en una cantidad del tamaño de un guisante después de cada comida y, sobre todo, por la noche.
Es necesario que duerma como mínimo de 8 a 10 horas diarias.
Es conveniente mantener las precauciones para evitar quemaduras solares.
Evitad que esté expuesto al humo del tabaco.
Hay que enseñarle a actuar con precaución (sin atemorizarle) ante situaciones que puedan conllevar cierto riesgo: cruzar la calle, escaleras, bicicleta...
No debéis utilizar ninguna forma de desprecio, temor, castigo físico o abuso, lo que además está legalmente prohibido. El buen trato en la infancia es básico para su desarrollo, bienestar y aprendizaje.
Recordad vacunarle según el calendario vigente en la Comunidad de Madrid. Observad y comunicad posibles reacciones vacunales.
Se recomienda acudir a las visitas de atención a la salud infantil programadas en el centro de salud.
Mayores de 6 años
La familia y el entorno próximo pueden apoyar el desarrollo de su personalidad potenciando su autoestima y solidaridad, fomentando su capacidad de afecto y de respeto por los demás.
Podéis favorecer su creatividad y su curiosidad mediante juegos, manualidades y la lectura. Es importante que colaboréis en la creación de hábitos de trabajo y estudio regulando sus horarios, y que le animéis a la participación en actividades que fomenten su implicación con el centro escolar.
Entre los 8 y los 14 años comienzan la pubertad. Los niños y las niñas necesitan conocer cuáles son los cambios corporales que se van a producir. Hay que ayudarles a crear una imagen positiva de sí mismos y a desarrollar una actitud de respeto a las diferencias.
Sigue siendo muy importante para vuestro hijo/a pasar tiempo junto a vosotros, el tener ocio en común, conversar, compartir gustos e intereses… Establecer una buena comunicación y disfrutar de buenas relaciones familiares es un apoyo fundamental para el desarrollo del niño/a o adolescente.
Progresivamente buscará más la compañía de los iguales, cobrando importancia la red de amigos/as.
Podéis influir de manera favorable en su dieta, con el desarrollo de buenos hábitos alimentarios y patrones de conducta, así como promocionar la “dieta mediterránea” con 5 comidas diarias, sin picoteo entre horas.
Se aconseja comer 5 o más raciones diarias de frutas, verduras y hortalizas. Debéis dar preferencia al consumo de carnes de tipo magro, evitar la grasa visible y la piel de las aves por su alto contenido graso y disminuir el consumo de carnes rojas y fritos. Es preferible consumir pescado por su menor contenido energético y mejor perfil graso.
Conviene continuar con el aporte de lácteos ya establecido, consumir poca sal y evitar alimentos procesados, bebidas azucaradas y golosinas.
En la adolescencia, conviene estar atentos a los cambios de conducta, en relación a las comidas, el peso corporal, la autoestima… para detectar posibles trastornos de la alimentación.
Se recomienda realizar al menos 1 hora de actividad física al día (como andar, pasear en bicicleta, correr…) de forma continuada o sumando períodos más cortos a lo largo del día.
Al menos 3 días a la semana se recomiendan actividades de intensidad vigorosa que fortalezcan los músculos y mejoren la masa ósea como correr, saltar a la cuerda, practicar algún deporte.
Integrar dentro de las rutinas familiares el transporte activo y las actividades al aire libre y en grupo, facilita la realización de actividad física de manera cotidiana y mejora la salud y el bienestar de toda la familia.
Es de especial importancia promocionar la actividad física en las chicas, ya que tienden a abandonar el ejercicio físico y deportivo. Se tratará de minimizar el tiempo de transporte motorizado y fomentar el transporte caminando o en bicicleta.
Evitar el sedentarismo, minimizando el tiempo frente a pantallas, (televisión, teléfonos móviles, videojuegos u otros dispositivos electrónicos). Se recomienda que los menores de 12 años utilicen los dispositivos electrónicos para tiempo de ocio un máximo de una hora al día.
Recomendaciones de actividad y ejercicio físico en la infancia y adolescencia
A partir de los 6 años van cambiando los dientes temporales por los definitivos; estos dientes son para toda la vida. El cepillado dental se puede hacer con una pasta con 1450 ppm de flúor.
Progresivamente puede ir adquiriendo autonomía en mantener sencillos hábitos higiénicos (cepillado de dientes, ducha, pelo, uñas, etc.…)
Saber más sobre salud bucodental
Programa de Atención Dental Infanto/juvenil a niños de 7 a 16 años,
Es conveniente mantener las precauciones para evitar quemaduras con el sol.
No debéis utilizar ninguna forma de desprecio, temor, castigo físico o abuso, lo que además está legalmente prohibido. El buen trato en la infancia y adolescencia es básico para su desarrollo, bienestar y aprendizaje.
Es necesaria una adecuada educación afectiva y sexual, de manera progresiva y adaptada a las inquietudes de cada edad. Es importante la comunicación en familia en este tema, para acompañar el proceso de desarrollo y facilitar una información de calidad, con el fin de ayudar a lograr relaciones afectivas sanas e igualitarias, y prevenir las infecciones de transmisión sexual y los embarazos no deseados.
Evitad que esté expuesto al humo del tabaco. El tabaquismo y el consumo de riesgo y nocivo de alcohol provocan enfermedades crónicas y aumentan la mortalidad. La edad media de inicio al consumo de tabaco y alcohol es alrededor de los 13 años, por lo que hay que hablar con los adolescentes, antes de esa edad y de manera progresiva, sobre las consecuencias para la salud de tabaco, alcohol y otras drogas. La familia y su entorno próximo (escuela, barrio…) son fundamentales para tratar de facilitar entornos saludables y darles herramientas para prevenir el inicio del consumo, como por ejemplo a resistir la presión del grupo de los compañeros/as que fuman o consumen drogas.
Los padres tenéis la responsabilidad de controlar que vuestro hijo/a aprende a realizar un uso adecuado de las tecnologías de la información y comunicación (internet, redes sociales…), supervisando el tiempo total de conexión a la red y los sitios a los que accede, así como que cumple las normas de seguridad básicas.
Recordad vacunarle según el calendario vigente en la Comunidad de Madrid. Observad y comunicad posibles reacciones vacunales.
Se recomienda acudir a las visitas de atención a la salud infantil programadas en el centro de salud.
Adolescencia
Durante la adolescencia se producen los principales cambios en la constitución física y se inicia un equilibrio en el autoconcepto, sintiéndose más cómodos consigo mismos.
Experimentan la integración social en el grupo de iguales que constituye un importante agente socializador, muy influyente en la construcción de la propia identidad. El apoyo y la buena comunicación familiar continúan siendo fundamentales factores de protección.
En la adolescencia, conviene estar atentos a los cambios en el comportamiento alimentario (frecuencia de comidas, tipo, uso del dinero respecto a la alimentación) el peso corporal, imagen auto-percibida, equilibrio de la autoestima, entre otros aspectos, para detectar posibles trastornos de la alimentación.
La actividad física durante la adolescencia es fundamental para el completo desarrollo del adolescente. Es normal que los adolescentes al entrar en esta etapa pierdan interés en la actividad física en especial las chicas, pero es importante recordar que mantener una rutina de ejercicio regular puede traer grandes beneficios a vuestros hijos adolescentes.
La actividad física es esencial para su desarrollo integral, ayudándoles a crecer de manera equilibrada y mejorar su calidad de vida. Además, aumenta su rendimiento escolar al mejorar la memoria, la concentración y disminuir la ansiedad.
El ejercicio también es una excelente escuela de aprendizaje para el trabajo en equipo y la socialización. La actividad física regular puede prevenir enfermedades, ayuda a mantener un peso saludable y reducir el riesgo de problemas de salud en el futuro.
Es necesaria una adecuada educación afectiva y sexual, de manera progresiva y adaptada a las inquietudes de cada edad. Es importante la comunicación en familia de este tema para acompañar el proceso de desarrollo y facilitar una información de calidad, con el fin de ayudar a lograr relaciones afectivas sanas e igualitarias, y prevenir las infecciones de transmisión sexual y los embarazos no deseados.
La prevención de adicciones también es muy importante para el desarrollo integral de vuestro hijo. La edad media de inicio al consumo de tabaco y alcohol es alrededor de los 13 años, por lo que hay que hablar con los adolescentes, antes de esa edad y de manera progresiva, sobre las consecuencias para la salud de tabaco, alcohol y otras drogas.
Los principales objetivos son:
- Promover estilos de vida libres del uso de drogas.
- Retrasar la edad del inicio y experimentación con drogas.
- Evitar la transición del consumo experimental al habitual y de este al abuso así como las formas más graves de adicción.
La familia y su entorno próximo (centro educativo, barrio…) son fundamentales para tratar de facilitar entornos saludables y darles herramientas para prevenir el inicio del consumo como, por ejemplo, a resistir la presión del grupo de los compañeros que fuman o consumen drogas.
La familia y el centro educativo deben ir en la misma línea. La implicación activa y conjunta de padres, hijos y profesores en actuaciones preventivas ha demostrado ser efectiva en el aprendizaje de habilidades y estrategias, la adquisición de conocimientos y la motivación al cambio de actitudes y comportamientos. Participad vosotros y vuestro hijo en los programas preventivos disponibles en la Comunidad de Madrid.
Ampliar información sobre prevención de adicciones
La responsabilidad de los padres incluye controlar que vuestro hijo aprende a realizar un uso adecuado de las tecnologías de la información y comunicación (internet, redes sociales…), supervisando el tiempo total de conexión a la red y los sitios a los que accede, así como que cumple las normas de seguridad básicas.
Guía para padres: nuevas tecnologías
Vacunación infantil

La vacunación infantil es una de la medidas preventivas con mayor efecto en la salud de la población.